La comisión bilateral de Juanma Moreno

Es necesario que San Telmo y Moncloa hablen de los muchos problemas que tienen los ciudadanos, pero no hay que estar continuamente mirando a Cataluña

Desde el inicio mismo del sistema autonómico, Andalucía se convirtió por decisión propia en la comunidad que velaría por la igualdad entre todos los territorios que componen España. De hecho, su propio origen como región autónoma está en la lucha para evitar ser marginada en unos momentos en los que el Gobierno central quería crear un país de distintas velocidades de autogobierno. Si hoy todos los territorios que componen en Estado español disfrutan de altas cotas de autonomía, se debe en gran medida a que el pueblo andaluz se movilizó en la calle y en las urnas para reclamar su autogobierno. El actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, es consciente de este papel histórico, lo que unido a su condición de barón popular que debe ayudar a sus compañeros de Génova en la oposición al Gobierno central, formado por una coalición PSOE-Podemos, hace que se vea en la obligación de hacer gestos en este sentido que sean fácilmente comprensibles. En este contexto hay que entender la carta que Juanma Moreno ha enviado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que active una comisión bilateral "de diálogo" entre los dos ejecutivos. En principio no debería haber ningún problema, ya que la posibilidad de dicha comisión bilateral está contemplada en el Estatuto de Autonomía de Andalucía (aprobado por las Cortes) y es normal que los gobiernos central y autonómico se sienten a hablar de las cuestiones que afectan a los ciudadanos. Pero otra cosa es que Moreno quiera utilizar esa comisión para desgastar al presidente Sánchez apelando a la defensa a la "igualdad de trato" entre todos los territorios y los ciudadanos. La mesa de negociación en Cataluña, todos lo sabemos, es un tablero en el que PSOE y ERC están jugando una partida que tiene más que ver con sus intereses de partido que con una convicción verdadera de que allí se vaya a resolver algo sobre la conflictiva situación de Cataluña. Es necesario que San Telmo y La Moncloa hablen de asuntos como financiación, salud, educación, etcétera, pero no hace falta estar continuamente mirando a Cataluña, por lo menos hasta que se pretenda beneficiar a esta región frente al resto.

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