Jerez puede perder 5,5 millones de euros de fondos europeos vinculados a la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) que estaban ya aprobados para hacer realidad el proyecto del llamado Centro de Innovación del Motor. Este vivero de empresas que se iba a construir junto al Circuito de Velocidad 'Ángel Nieto' ha quedado en el limbo después de que una reunión de carácter técnico celebrada la semana pasada acordase la suspensión de su ejecución al no dar tiempo ya para que pueda ser financiado con esos fondos. El motivo oficial que se da desde la Junta de Andalucía es que el proyecto no está elaborado y, por tanto, no es posible ni siquiera pedir una prórroga del plazo para algo que "no existe". Desde el Ayuntamiento se ha achacado esta decisión a motivos políticos debido al cambio de gobierno autonómico y se ha explicado que estaban a la espera de llegar a un acuerdo con la Junta para que fuesen los técnicos municipales los que elaborasen el proyecto. Pero el tiempo ha pasado y ese protocolo no se ha firmado, con lo que el trabajo se ha quedado sin hacer. El mismo día en que este Diario adelantó la noticia la propia alcaldesa anunció que el Ayuntamiento de Jerez seguirá adelante con el centro del motor, uno de los proyectos 'estrella' de su programa electoral, si bien no explicó de dónde sacará los fondos necesarios para ello. Ahora queda la esperanza, al menos, de 'salvar' esos 5,5 millones de euros que estaban comprometidos para el proyecto, derivándolos a otro, concretamente una red para la integración de energías renovables en la iluminación del circuito de velocidad que al parecer la Agencia Andaluza de la Energía tiene bastante adelantado y que podría entrar en plazo. A la espera de esa alternativa, quedan numerosos interrogantes en torno a lo sucedido. ¿Quién ha sido el responsable de la dilación del proyecto del centro del motor? ¿La Junta? ¿El Ayuntamiento? ¿Ambos? ¿Nadie advirtió de que los plazos se echaban encima y de que se podría perder la jugosa ayuda? ¿Hubo exceso de confianza? Alguien debe dar explicaciones públicamente de este revés, más allá de echarse los trastos a la cabeza los partidos políticos enfrentados. Los ciudadanos tienen derecho a conocer quién o quiénes han sido los responsables del revés a este importante proyecto llamado a poner aún más en valor una inversión millonaria como la del circuito. Y, por supuesto, que se asuman las correspondientes responsabilidades de todo tipo, aunque a ello no estamos muy acostumbrados. Lo más triste es la penosa imagen de mala gestión que ofrecen, una vez más, los responsables de lo público.
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