Cuanto antes, test masivos

Editorial

Mientras no sepamos cuál es el alcance real de la pandemia y cuántos son los infectados, no podremos volver a la normalidad

23 de abril 2020 - 01:39

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dejó ayer claro que la salida del confinamiento será lenta y gradual. No habrá, por tanto, una vuelta repentina a la normalidad anterior a la pandemia. Muy probablemente, en el futuro, cuando recordemos lo sucedido, no sabremos fijar muy bien el día en que el coronavirus dejó de ser una realidad obsesiva en nuestras vidas. La salida lenta y gradual es una consecuencia lógica de nuestro gran desconocimiento del coronavirus. Aunque la ciencia mundial está volcada en la investigación del Covid-19, aún hay pocas certezas y muchas incógnitas. A día de hoy no existe una vacuna y, aunque ya hay experimentos que están prosperando, tampoco un tratamiento homologado y cien por cien exitoso. Asimismo, en España y en la mayoría de los países, no sabemos exactamente cuántas personas están infectadas por el virus, cuáles están inmunizadas y cuánto tiempo lo estarán, cuál es el número de asintomáticos... Hoy por hoy, es prácticamente imposible hacer una previsión realista de cómo va a evolucionar la pandemia, si desaparecerá lentamente o si rebrotará después del verano. Sin embargo, también parece claro que España no puede seguir eternamente con un confinamiento que supone un auténtico suicidio económico y que puede provocar una auténtica crisis social de alcance aún insospechado. Y más en unos momentos en los que la estabilidad política de nuestro sistema presenta algunas fisuras preocupantes, con parte de los miembros del Gobierno poniendo irresponsablemente en cuestión a la misma Jefatura del Estado, con los dirigentes de territorios tan importantes como Cataluña intentando sacar partido de la epidemia para avanzar en sus intenciones independentistas, con la Unión Europea en franca decadencia e incapaz de articular una respuesta unitaria a la pandemia y sus consecuencias socioeconómicas... Por tanto, debemos reactivar cuanto antes la economía en los lugares donde sea posible, como son muchas comarcas y ciudades de Andalucía, pero intentando no dar oportunidades al virus para que siga prosperando. En este sentido, es muy importante que el Gobierno acelere en lo posible los test masivos que nos den una radiografía verdadera del problema en el país. Todos los esfuerzos deben ir en esa dirección, sin escatimar recursos y esfuerzos, movilizando todo el poder del Estado, incluyendo al Ejército, que está demostrando una gran capacidad operativa que sólo ponen en cuestión aquellos que se dejan guiar más por los prejuicios ideológicos que por el interés por la salud pública. Mientras no sepamos cuántos son los españoles infectados, la normalidad será imposible.

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