La tribuna

José Luis de Justo Alpañés

Presidente de la Real Academia Sevillana de Ciencias

Fray Junípero Serra y California (y II)

MÉJICO se independizó en 1822. En 1833 Pío Pico, gobernador de California, firmó el acta de secularización de las misiones, para, de esta manera, quitarle las tierras y los bienes a la Iglesia católica y que las autoridades civiles los redistribuyeran. La secularización despojó a las misiones de sus riquezas y tierras y de gran parte de su control sobre los indios, postura que fue refrendada más adelante con la supremacía americana. Las misiones dejaron de ser un proveedor principal del área como lo habían sido hasta entonces.

Al principio, la secularización sólo se aplicó a los indios de San Diego, Santa Bárbara y Monterrey, con el derecho a formar ciudades y poseer tierras. Todo estaba estrictamente supervisado y regulado. El Gobierno mejicano ordenó la concesión de todas las tierras y rebaños de la misión a los indios, pero se les prohibió vender las tierras y bienes, según el Gobierno, como una protección para evitar que les robaran. A pesar de eso, los colonos de California se las ingeniaron para hacerse con la tierra y el ganado. Las tierras de los indios fueron rápidamente adquiridas por los colonos a bajo precio, y pronto los indios se encontraron en la más absoluta pobreza.

En 1848 California se declaró independiente de Méjico. El 19 de agosto de ese año, el diario New York Herald anunció que se había descubierto oro en California. Las multitudes de inmigrantes llegadas por esta situación estaban obligando a los aborígenes a salir de sus áreas tradicionales de caza y pesca. Para proteger sus hogares y su forma de vida, los indígenas comenzaron a atacar a los mineros, lo que originó una serie de contraataques. La inferioridad en el armamento de los aborígenes provocó que fueran masacrados.

Entre 1851 y 1873 la población india modoc disminuyó alrededor del 80% como resultado de siete campañas anti-modoc iniciadas por los blancos. Tras una dura resistencia, en 1873, los modoc fueron definitivamente derrotados y reducidos a 153 individuos, que fueron deportados a la Agencia India de Quapaw, en lo que después sería Oklahoma. En el siglo XX, en California, el Gobierno federal estableció formas de educación tales como los internados de indios americanos. La comunidad nativa sintió que este sistema oprimía su cultura nativa y exigió el derecho de sus hijos a acceder a las escuelas públicas.

En las misiones los indios vivieron una etapa de tranquilidad y prosperidad desde 1769 hasta 1833. Existe un cierto paralelismo, aunque fueron menos importantes, con las reducciones jesuíticas en el Paraguay, magníficamente representadas en el mítico film La Misión. La progresía ha llegado a decir que el sistema de las misiones suponía un paternalismo que rayaba en la esclavitud, lo que justificaría el derribo de la estatua de fray Junípero Serra, pero ojalá todos los sistemas de colonización se hubieran hecho de este modo.

Desde luego, no hay nada semejante en el siglo XVIII, salvo las reducciones jesuíticas del Paraguay. Pensemos en la colonización de los belgas en el Congo ya en el siglo XX, según se describe en la novela El sueño del Celta, de Mario Vargas Llosa. A partir de la secularización de California, en muy pocos años los indios fueron robados y prácticamente expulsados de sus tierras, con menos violencia, pero con la misma maldad que lo fueron los guaraníes en el Paraguay. En cualquier caso, las misiones son una parte esencial de la historia de California, como lo demuestra el hecho de que han sido durante mucho tiempo el reclamo del turismo californiano.

Según el censo de 2014, el grupo racial más importante en los Estados Unidos fue el de los blancos no hispanos (62,2%), seguido del de los hispanos (17,4%). Pero las proyecciones para el año 2060 vaticinan una disminución de los blancos no hispanos al 43,6% y un aumento de los hispanos al 28,6%. Esto explica el ataque a todos los símbolos españoles (las misiones, Cervantes, Colón o Isabel la Católica). No se confundan, en el fondo es un intento de denigrar la historia de todo lo que tenga un origen español.

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