Rafael Ramírez, a la derecha,  con Pepe Castro.

Rafael Ramírez, a la derecha, con Pepe Castro.

Dedicado a Rafael Ramírez

Tuvo la magia de vender todo lo que le permitía aquel carrillo y mantenía una especial atención a sus clientes, que se acercaban de todas las pedanías, barrios rurales y todo el entorno de Jerez, cuando aquellas DKW llegaban a la calle Arcos como único transporte de viajeros con destino Jerez, ayudó a muchísimas gentes y tenía como slogan: “Si quieres saber algo de Jerez, pregúntale a Rafael”

Comenzó por los años 50 con un carrillo de mano vendiendo sandía, melones, prensa y revista con sus caramelos y productos secos, hasta que una fuerte lluvias se lo llevó todo en una de tantas riadas que sucedían a menudo en el centro de la ciudad y desde entonces el kiosco Rafael se instaló en el local de la casa donde se solía poner, estaba abierto desde las 4 de la mañana. A esa hora comenzaba a preparar sus papeletas diarias, cuántas Marías se han llevado un premio que les hacía pasar un mes sin fatiga, fue su Rey Mago. El siempre jugaba a su número de la suerte, el 134. En todos los sorteos jugaba el mismo número.

Tuvo el privilegio de sentarse nada más ni menos que con el escritor Premio Nobel Ernest Hemingway con quien estuvo contando sus vivencias hasta que vinieron a recogerlo. No cerraba, hacía el desayuno, comida y cena dentro de ese mostrador desde donde lo manejaba todo. Llegó a promover la venta de prensa y revistas a través de su mujer y sus hijos Juan Félix (q.p.d.) y Jesús María en puntos como el aeropuerto, estación de autobuses, Escuela de Arte Ecuestre y consiguió abrir junto a su kiosco una bodeguita con los vinos de Jerez.

Pero su mayor ilusión, por la que estuvo décadas luchando, era ser Rey Mago en Jerez, lo intentó con políticos a los que siempre les decía que contaban con él, con reyes magos anteriores que le apoyaban, pero lo cierto que una persona del pueblo no puede tener el privilegio de ser nombrado Rey Mago.

Pero fue el Rey Mago del Jerez Industrial, CF. Conocido especialmente por ser del equipo de sus amores el Jerez Industrial, CF, luchaba por activa y lo dio todo, en especial su aportación con ayudas económicas al club. Él entraba por los vestuarios repartiendo caramelos, fue directivo desde su fundación, fundó y presidió la Peña junto con A. Salido, fue uno de los fundadores y presidente de honor del Juventud Industrial.

Era respetado por todos. Tiene muchas anécdotas, pero me quedo con una: estando el equipo en segunda ese domingo viajaba a Córdoba (los domingos cerraba el kiosco a mediodía) él cerró temprano, apareció por su casa y le dijo a su Carmelita: voy por tabaco y salió para Cristina donde le estaba esperando el autobús y cuando regresó sobre las 12 de la noche le dice a Carmelita que los estancos estaban cerrados y he tenido que ir hasta Sanlúcar a buscar tabaco. Recibió varios homenajes pero la familia no olvida el último que le realizaran, un homenaje donde se sintió muy emocionado y agradecido.

Al final fue su propio Rey Mago quien anunció su marcha definitiva. Llevaba unos años recluido en su domicilio al cuidado de su hija, ha vivido el fallecimiento de su hijo Juan Félix y de su Carmelita, su deterioro ha sido lento pero hace una semana ingresó en el Hospital Juan Grande donde le asignaron la habitación nº 134 y ese fue el adiós. Descanse en paz.

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