28-M, vota por los que no votan

No tenemos derecho al voto, pero deberíamos tener derecho a dar propuestas", así habla Irene (15), del Grupo Asesor de Unicef España. El 18,5% del total de la población andaluza tiene menos de 18 años y es la franja que soporta peores datos de pobreza y exclusión social. No pueden votar, pero es uno de los colectivos más afectados por las políticas públicas.

Niños, niñas y adolescentes deben ser tenidos en cuenta en los programas electorales y en las políticas públicas, tienen derecho a ser escuchados y a participar en todos los asuntos que les conciernen. No es solo una cuestión de cumplimiento de sus derechos, también demuestra visión a medio y largo plazo desde el ámbito local y autonómico para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema democrático.

En Andalucía, el 43,7% de niños y niñas (unos 680.000) viven en riesgo de pobreza y exclusión social. Una cifra que los sitúa 10 puntos por encima de la media estatal del 33%. La probabilidad de sufrir pobreza severa o hallarse en riesgo de exclusión social viene determinada por el contexto socioeconómico, laboral o geográfico en el que vivimos y crecemos, y se relaciona directamente con el espacio urbano o rural que nos rodea y las posibilidades de acceso, o no, a servicios esenciales de calidad.

Las entidades locales juegan un rol clave en la dotación de servicios que fomenten una vida activa durante la infancia: alimentación saludable, salud física y mental, educación de calidad, deporte, juego y ocio. Es ineludible, por tanto, combatir la pobreza desde el ámbito local, contando con medidas y recursos específicamente dirigidos a la población infantil y adolescente, desde un enfoque de prevención en el diseño de las prestaciones y servicios sociales, otorgando ayudas económicas a las familias más vulnerables con personas menores de edad a su cargo, favoreciendo el derecho a una vivienda digna y al mantenimiento de los suministros esenciales en el hogar.

Los entornos locales pueden y deben ser espacios de oportunidad para todos los niños y niñas y deben poner el foco en los colectivos en situación de vulnerabilidad, no solo por equidad y justicia social, también para luchar contra las desigualdades. A los pueblos y ciudades andaluzas llegan muchas familias migrantes y también muchos chicos y chicas solos, sin referentes familiares, buscando un proyecto de vida mejor. El ámbito local es fundamental para fortalecer la atención y la inclusión social de esta franja de población y puede lograrse si eliminamos los obstáculos para su empadronamiento en nuestros municipios.

Crecer en un pueblo o ciudad debería ser sinónimo de participar en ellos. La participación de niños, niñas y adolescentes en el ámbito local implica estar informados, involucrados y tener influencia sobre decisiones y asuntos que afectan a sus vidas, como ciudadanos de pleno derecho que son. Por eso, en estas elecciones, pedimos a los partidos políticos que incorporen la participación infantil y adolescente en las políticas locales, que impulsen espacios y órganos de participación estables, con recursos y en comunicación real con todas las áreas municipales, incluyendo su alcalde o alcaldesa.

Para que las administraciones locales tengan el papel que les corresponde en el bienestar de nuestra infancia y adolescencia es imprescindible que deje de ser un asunto sectorial, solamente competencia de algunas áreas municipales, y pase a ser una cuestión transversal e integral, con la implicación de todos los actores locales. Por ello abogamos por la elaboración de herramientas de planificación de las políticas locales de infancia y adolescencia, que a su vez vengan acompañadas de inversión.

Desde Unicef en Andalucía hemos presentado estas y otras propuestas a las principales organizaciones políticas que concurren a las elecciones municipales del 28-M. El contenido de estas propuestas ha sido sometido a un proceso de validación y participación con el Grupo Asesor de Unicef España, compuesto por chicos y chicas de entre 12 y 20 años.

Casi todos ellos no podrán votar el 28-M pero tú, que estás leyendo esto, probablemente mayor de edad, tienes la oportunidad de conseguir que en estas elecciones sí gane la infancia.