Las referencias a Cataluña en el primer discurso de Pablo Casado como líder del PP no han pasado desapercibidas para los independentistas. "Nadie conquistará Cataluña ni sus anhelos de libertad", espetó el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, que llamó a reagruparse ante la "derecha reaccionaria" que en su opinión se está reorganizando.

"A Cataluña no la conquistará nadie, nadie, porque es de su gente", clamó Aragonès antes de advertir al nuevo presidente de los populares: "nos encontrarán a todos al frente, en democracia, en civismo, con movilizaciones pacíficas y con el Govern delante". El vicepresidente de la Generalitat defendió que la "libertad" de Cataluña "se conquista con mayorías amplias y diversas. Como más amplios seamos y más diversos, más cerca de la victoria".

Mucho más conciliadores se mostraron en la otra región del país con más presencia del soberanismo, el País Vasco. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, felicitó a Casado tras su elección como nuevo presidente del PP y aseguró que "aun desde la discrepancia, siempre hallará a un PNV abierto al diálogo". En un tuit, Ortuzar deseó a Casado "acierto en su nueva y difícil tarea", en la que "ojalá sepa tender puentes e impulsar los acuerdos que necesita la política".

Por su parte, la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, Ana Oramas, pidió al nuevo presidente del PP, Pablo Casado, que desarrolle políticas sociales que no respondan "a una derecha muy de derecha", pues "la mayoría de los ciudadanos son de centro".