El maestro por excelencia del 3x4 viñero, Manolo Santander, ha muerto tras una grave enfermedad dejando tras de sí una larga y prolifera carrera carnavalesca a sus espaldas.

Su última chirigota 'La maldición de la lapa negra' fue el primer premio este COAC 2019. 

El autor gaditano siempre ha llevado por bandera su barrio de la Viña, entendiendo que él sólo le podía cantar a lo que le duele y a su gente. El propio Santander confesó en una entrevista que se siente viñero porque sus hijos han nacido en este barrio, a pesar de que él no lo hiciera. "La Viña es como un pueblo dentro de una ciudad. La gente es muy humana, que no digo que en otros lados de la ciudad no lo sean, pero aquí parece que sigue existiendo ese espíritu de casa de vecinos".

El chirigotero forma parte del Carnaval de Cádiz desde el año 81, en juveniles, con 'Los ases del jazz' y desde entonces este autor no ha dejado aparcado su pasión por cantar y hacer chirigotas durante casi 40 años. 

Sin duda es una pérdida irreparable tanto para el Carnaval como para la ciudad de Cádiz, ya que él como otros autores, son vecinos insignes y pocos son los que son capaz de emocionar a los espectadores con ese pellizco tan puro y viñero que hace que se te vayan los pies. 

Para el recuerdo y el deleite de los aficionados deja chirigotas tan memorables como 'La familia pepperoni' donde el pasodoble 'Me han dicho que el amarillo' se ha convertido en himno oficioso del cadismo; otras de sus grandes chirigotas son: 'Los de Capuchino'; 'Las brujas pitis';  ‘El crimen del mes de mayo’;‘El movimiento del 36’; ' Los del puntazo en el coco'; 'Los de Cádiz norte, pero norte norte'.