El grupo ecologista Agaden anunció ayer que no se quedará de brazos cruzados frente al anuncio realizado el pasado viernes por el Consorcio de Las Aletas de volver a iniciar las obras y, por tanto, seguir adelante con el proyecto.

En un comunicado, Agaden aseguró que estudiará "todas las formas posibles para que dichos terrenos puedan llegar a ser restaurados e incluidos dentro de la zona de protección del Parque Natural de la Bahía de Cádiz". Además, añadió que no descartan la posibilidad de "unir fuerzas con otros colectivos para llevar a buen término esta propuesta". En declaraciones a este periódico, la portavoz de Agaden, Vanessa Girón, fue más clara: "Vamos a recurrir de nuevo y para ello iremos de la mano de Greenpeace y Ecologistas en acción. Vamos a iniciar las conversaciones para ir juntos los tres".

En el mencionado comunicado, Agaden explicó ayer que ya presentó sus alegaciones al proyecto de Las Aletas, proyecto "que es totalmente descabellado desde el punto de vista medioambiental". A ello añadió que el Consorcio de Las Aletas y la Administración "pretenden vender una desafectación" de una zona de 527 hectáreas -407 sin contar las 120 que serán destinadas a Área Medioambiental- que, insiste el grupo ecologista, podrían ser "perfectamente recuperadas e integradas" en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz como, según expuso, viene recogido en su informe: "Espacio de dimensión suficiente donde ubicar actividades que, con una masa crítica adecuada, desempeñen una función tractora para alcanzar elevados estándares de innovación y empleo en la Bahía de Cádiz, en un entorno de excelencia medioambiental". A ello, Agaden matizó que "lo de excelencia medioambiental del entorno es en lo único que Agaden está de acuerdo con el proyecto".

Así, señaló el colectivo que el planteamiento que hacen el Consorcio y las Administraciones sobre que el proyecto cuenta con viabilidad medioambiental, "no es el correcto". Para justificar su argumento, exponen que el Parque Natural de la Bahía de Cádiz está siendo "comido desde hace años" por distintas infraestructuras: "desecaciones con fines de uso industrial de suelos y otras construcciones como la depuradora de San Fernando o el desdoble de la vía".

Desde Agaden indicaron que "ya es hora de que las administraciones velen realmente por los intereses sociales y que dejen de especular con el suelo". Insistió en que "no es la primera vez y suponemos que no será la última que se usa la declaración de interés" para llevar adelante un proyecto que no tiene viabilidad ni económica (más allá de la mera especulación), ni social y mucho menos medioambiental".

Todo ello queda demostrado, según el grupo ecologista, en los excedentes de terrenos "desecados con el mismo fin, como son los polígonos de Tres Caminos, Trocadero, Río San Pedro, Salina San José, Salina La Isleta o el de Impulsa en las Salinas de Poniente; además de los cambios en uso de suelo previstos en los PGOU de los municipios que forman la Bahía de Cádiz".

Desde el punto de vista social, consideran que las administraciones y empresas promotoras de este proyecto "usan siempre las mismas armas: los empleos que se generarán. Las Aletas se venden como la panacea que va a resucitar la Bahía, tal y como hicieron con los rellenos de San Felipe (terrenos hoy marginales que iban a dar 12.000 puestos de trabajo y se convertirían en "el motor del desarrollo"), o Puerto Sherry, entre otros".

Agaden incidió en que esos terrenos "pueden parecer baldíos y de poca importancia; nada más lejos de la realidad, es una zona húmeda inundable de alto valor para la alimentación y descanso para la avifauna". Además, alegan que el proyecto contradice el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y la Estrategia de Sostenibilidad en la Costa, desarrollados por el Gobierno central, "donde se refleja la necesidad de dejar libre de toda construcción las zonas húmedas".