Pasaban las ocho y media de la tarde del domingo y un vecino de San Fernando alertaba a los servicios de Policía Local, Policía Nacional y a los bomberos de un incendio en el unifamiliar número 49 de la calle San Marcos, paralela a Real. En el interior de esta casa residía una mujer, María Muñoz, de 87 años. Vivía sola. Por esta razón saltaba la alarma cuando estos vecinos avistaron el fuego desde la cocina. Lamentablemente, nada se pudo hacer por salvarle la vida, como se pudo comprobar tan sólo unos instantes después.

De esta manera, cuando los efectivos de seguridad llegaron al lugar del incendio, en el interior de la casa, la mujer yacía en el suelo, ya fallecida. Estaba completamente carbonizada como consecuencia de las llamas que habrían prendido su ropa. Mientras, en los exteriores, aguardaba el hijo, -al que también habían avisado los propios vecinos de la mujer- quien ya se temía lo peor.

El origen del incendio, según han contado a este periódico fuentes de la Policía Local de San Fernando tras la investigación practicada en el domicilio, se encontró en los fogones de la cocina, donde apareció un recipiente -al parecer una cafetera- que estaba manipulando la mujer en el momento del fatal accidente. Fue mientras hacía esto cuando la anciana se quemó la manga de la bata que llevaba, la cual prendió rápidamente sin que ella pudiera quitársela. Sin embargo, lo que sí se sabe es que intentó apagarse las llamas echándose agua, según se deriva de todos los indicios, ya que el cuerpo de la mujer apareció junto al lavadero.

Los bomberos se marcharon de la casa pasadas las nueve y media de la noche. La Policía Nacional se quedó en ella hasta que se produjo el levantamiento de cadáver.