Provincia de Cádiz

Jenaro Jiménez entra en Puerto II

  • El empresario fue trasladado el jueves desde la cárcel de Soto del Real tras haber sido reclamado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz · La próxima semana está prevista su declaración

Jenaro Jiménez ingresó el jueves en la cárcel de Puerto II, después de que fuera trasladado desde el centro penitenciario de Soto del Real, donde se encontraba en régimen de prisión preventiva desde un día después de que fuera detenido en el aeropuerto de Barajas procedente de Paraguay el 12 de agosto.

Jenaro Jiménez, que está imputado por los delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad en documento público, ha sido reclamado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz y no por el 2 de Algeciras, que es donde está gran parte de la causa, ya que fue allí donde se inició el caso de desaparición.

Jenaro Jiménez Hernández, de 42 años, se encuentra "bien", según el abogado que lo representa, Alfonso Jiménez, y será la próxima semana cuando previsiblemente pase a declarar ante el juez, que tendrá que determinar si debe continuar en prisión o sale en libertad con o sin cargos.

Miembros del despacho de abogados que lo representa entró en contacto con el detenido durante su estancia en Madrid y ahora lo volverá a hacer una vez que está en la prisión de Puerto II, ya en la provincia de Cádiz.

Jenaro Jiménez simuló su propia desaparición el 13 de abril de 2008 cuando supuestamente había salido a hacer pesca submarina a la playa de Los Alemanes. A pesar del dispositivo que se montó para tratar de encontrar a Jenaro Jiménez, todo fue infructuoso. No era de extrañar, ya que el empresario nunca llegó a hacer pesca submarina, sino que se dirigió a Gibraltar para marchar a Paraguay, donde se instaló durante los 16 meses que estuvo desaparecido.

Desde el primer momento hubo grandes sospechas de que la desaparición de Jenaro no había sido accidental, sino voluntaria. Jiménez estaba metido en numerosos negocios y se enfrentaba a fuertes deudas, muchas de ellas a corto plazo. Sólo había un dato que hacía dudar: su mujer se encontraba embarazada de más de ocho meses cuando desapareció.

Después había varias evidencias que hacían sospechar que seguía vivo en algún lugar. Tal y como reflejó la Brigada provincial de la Unidad de Delitos Especiales y Violentos de la Policía Nacional en su atestado, Jenaro Jiménez llegó a contratar hasta ocho seguros de vida el mismo mes de abril en el que desapareció. Otros seis a lo largo de 2008 y uno que era anterior. Todo estos seguros sumaban indemnizaciones por accidente que sumaban seis millones de euros.

Otro dato: Jenaro Jiménez cobró sólo dos días antes de su desaparición 47.000 euros por la entrada de un piso. El pagador era un familiar político y le pidió un cheque nominativo que cobró en el banco. En su oficina dijo a los empleados que ese dinero había que guardarlo para hacer frente a unos pagos el mismo lunes. Finalmente él fue el que lo custodió, según las declaraciones de varias personas a la Policía. Sin embargo, cuando fueron a buscarlo tras su desaparición, el dinero no estaba en ningún sitio.

Jenaro Jiménez también había realizado continuas extracciones con su tarjeta, el máximo que se le permitía cada día en los cajeros, en total unos 9.500 euros.

Hay un aspecto que también llamó la atención de los inspectores de Policía y fue la desaparición de su ordenador portátil. Por otra parte, había citado a varios de los acreedores para el lunes 14 de abril, justo un día después de desaparecer.

En Paraguay Jenaro Jiménez tomó el nombre de Álvaro Domecq como identidad falsa y, supuestamente, intentó montar algún negocio que otro.

Sus intentos por entrar en contacto con gente de su círculo íntimo fue lo que sirvió a la Policía para poder localizarlo. Cuando decidió entregarse, Jenaro Jiménez temía la reacción de su familia y por ello planteó un plan inverosímil para justificar su desaparición. Era una historia con piratas de por medio y su aparición en la Embajada de España en Senegal en estado amnésico. Finalmente, se presentó en Barajas y ahí acabó su fuga. Este medio intentó ponerse ayer en contacto con familiares y amigos íntimos, pero no se pronunciaron sobre los hechos.

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