La Junta de Andalucía destinó a lo largo del pasado ejercicio 195.000 euros a incentivar la industria artesanal de toda la provincia, favoreciéndose de este dinero 22 firmas.

Dentro de este plan de apoyo al sector, la delegada de Economía y Empleo, Gema Pérez, entregó ayer en Ubrique cinco distintivos de Interés Artesanal, visitando también dos talleres marroquineros en la misma localidad, aprovechando la celebración de los Días Europeos de la Artesanía.

Junto a estas ayudas, la Junta apoya a este sector económico a través de las declaraciones de Zona de Interés Artesanal o Punto de Interés Artesanal, catalogaciones que conllevan varios beneficios para los talleres así distinguidos. Una Zona de Interés Artesanal son un grupo de municipios que producen y venden productos artesanos especiales, que se identifican como genuinos o propios de estos municipios. En cuanto a los Puntos de Interés Artesanal se trata del mismo enfoque, especiales características de producción o comercialización de productos artesanos, pero, en esta ocasión, en lugar de referirse a un grupo de municipios, el ámbito que reconocen son un taller o varios talleres que producen creaciones específicas o diferenciadas.

Este viernes se han entregado su reconocimiento de Zona de Interés Artesanal a tres nuevos talleres -dos de Ubrique, y uno de Benaocaz- que, de esta manera, se suman a los ya existentes en la Zona de Interés de la provincia, ubicada entre los municipios de Ubrique, Prado del Rey, El Bosque y Benaocaz y que, en su conjunto, incluye a unos cuarenta talleres.

Cádiz cuenta con 363 inscripciones en el Registro de Artesanos y Artesanas de la Junta, de las cuales 279 corresponden a talleres y 84 a trabajadores y trabajadoras inscritos. Se trata de una de las provincias andaluzas, junto con Córdoba y Sevilla, con mayor concentración de talleres artesanales.