Provincia de Cádiz

Sobreviviendo en la cárcel

  • Ex presos españoles indultados por Mohamed VI denuncian a su llegada a Tarifa el hacinamiento, falta de higiene y la corrupción que planea en la prisión de Tánger

Ir a visitar a su hijo, Manuel Jesús Pérez le ha venido costando, una vez al mes y durante ocho meses, unos 600 euros. "He ido pidiendo créditos para venir a Marruecos. Lo único que pido es que él ya esté aquí, y ya lo pagaré", comentaba Dolores Esteve, natural de Coria del Río (Sevilla), mientras esperaba en el puerto de Tarifa la llegada de su hijo, de 20 años.

Entró en la prisión de Tánger hace ocho meses en cuyo puerto fue detenido por intentar sacar medio kilo de hachís. Iba con su novia, también detenida, que igualmente llevaba otro medio kilo de droga.

Él era uno de los presos españoles que había sido indultado el jueves con motivo del décimo aniversario de la entronización de Mohamed VI. También lo fue su novia, Cristina. Pero no estaban entre los primeros cinco ex presos españoles que a medianoche desembarcaron en Tarifa y habían conseguido ya la libertad. Debería llegar en un grupo de otros 17, en los próximos barcos.

Sí llegó José Luis Expósito, a quien esperaba su compañera Maribel Marín, natural de Badajoz. Cumplía una condena de cuatro años, pero tan sólo ha llegado a estar en la cárcel tangerina algo más de 18 meses. Los 150 kilos que transportaba en una autocaravana tuvieron la culpa. "Me anotaron, sin embargo, 114 porque los marroquíes te roban la droga", dijo. Expósito, de Asturias, dijo sentirse ahora tranquilo y en paz "por estar con ella". Es la primera vez que él y Maribel están juntos en España ya que se conocieron hace diez meses por teléfono. Ambos estaban en la cárcel, en Tánger.

Ella, presa desde abril de 2007, salió en abril de este año. Sus palabras son firmes: "es un país tercermundista y allí se nota mucho más la discriminación, el racismo". Explica que convivía, en una celda, o "chambre" como ellos dicen, con 32 mujeres y recuerda que había en la celda incluso una pequeña de dos años . "No había condiciones higiénicas. Teníamos que ducharnos con cubos de agua fría", dice.

Maribel Marín, habla de la corrupción por parte de funcionarias. "Todo iba a base de favores, de dinero. Si quería llamar a la familia por teléfono, necesitaba dinero". Intentó pasar 20 kilos de droga. Iba con dos chicas, y era la primera vez que lo hacía. "Recomiendo a todo el mundo que se lo piense mucho". Pero si hay algo bueno de esta experiencia es que encontró "al amor de mi vida". José Luis Expósito también denuncia la fuerte "presión" a la que están sometidos en esta cárcel y recuerda que aún quedan ahí dentro más de cien españoles. también recuerda con cariño a Sor Asunción. Expósito, que sí había pasado droga en varias ocasiones, lo tiene claro: "no voy a volver a hacerlo jamás".

La madre de Manuel Jesús Pérez explica que se enteró cuatro días después de haberlo detenido. Entonces tenía 19 años. Esperaba que cuando regresara a España le contara la realidad de lo que ha vivido. "La experiencia ha sido horrible y creo que eso le ha dejado muy marcado para toda la vida. Yo creo que está tocado". Dolores Esteve explica que, incluso, en las últimas veces que lo ha ido a ver, le ha hablado de religión, de que lee el Corán, que tiene que rezar... y está preocupada. "Él quería ganar dinero para poderse ir a vivir con su novia".

A Javier Nicolás se le ve bien, pero explica que la cárcel "es la peor cloaca que existe: ratas, cucarachas, corrupción, no hay atención, no te dan comida... " recuerda que funcionarios del Consulado visitan la cárcel de vez en cuanto, pero yo en 28 meses sólo les he visto en tres ocasiones. Tampoco les he llamado, porque no me ha hecho falta".

Le pillaron con 40 kilos en las ruedas y ha estado en una celda de 25 metros cuadrados para 30 personas. Allí compartió espacio con asesinos, drogadictos, ladrones etc... Dice que uno mismo se tiene que comprar la comida y "los precios son superabusivos". Él no se queja y ha salido adelante. "me ha costado mis duros y echarle pelotas para pasarlo lo mejor posible. Si no tienes dinero para darle al guardia, no eres nadie". Él tenía su negocio, pero pasaba droga esporádicamente. "Yo no consumo, hay un dinero, sólo eso".

Más información en pág. 35

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