DIANA ANDRADES. bailaora

"Sonríe y baila; nunca se sabe quién te puede estar mirando"

  • Hasta el 9 de noviembre la portuense estará de gira por Estados Unidos con el flamenco Eduardo Guerrero

La bailaora Diana Andrades iniciará la gira de 'Gaditanía' el próximo 28 de septiembre.

La bailaora Diana Andrades iniciará la gira de 'Gaditanía' el próximo 28 de septiembre. / l.m.coloma

A Diana Andrades la vida le cambió de la noche a la mañana. Todo ocurrió el pasado mes de abril. Era un día normal, como otro cualquiera. Aquella mañana Diana se levantó, se preparó y se fue a trabajar a la clínica de estética donde había sido contratada tras acabar sus prácticas como Técnico Superior en Estética Integral y Bienestar. Todo normal. Allí la mañana sucedía entre tratamientos y consultas como siempre. Con normalidad. Entre paciente y paciente, Diana pensaba para sí misma que ya había conseguido una estabilidad en su vida: con 25 años ya tenía un trabajo, vivía con su pareja y por las tardes podía dedicarse a bailar y enseñar flamenco, su verdadera pasión. No estaba mal. Era lo normal que todo el mundo puede querer a esa edad. Sin embargo, la naturalidad del día a día no duraría mucho ya que se vio interrumpida por un hecho insólito: tras acabar la consulta con un paciente un representante de la compañía del bailaor flamenco Eduardo Guerrero le comunicaba que el propio artista, tras verla bailar en uno de sus cursos, la había seleccionada para participar en la gira por Estados Unidos de su espectáculo Gaditanía.

"En aquel momento no me lo podía creer. El hombre al otro lado del teléfono me preguntó varias veces si estaba porque no decía nada", relata Diana. La suerte le había realizado una visita a domicilio y ella, después de tanto trabajo, no pensaba desaprovecharla. "Han sido muchos años de sacrificio, tanto por mi parte, como por la de mis padres. Está claro que si no fuera por ellos no hubiese conseguido nada", quiso dejar claro la bailaora. "La gente se cree que esto de bailar flamenco es una gracia, y que se hace sin apenas esfuerzo. Pero muy pocos reconocen el tiempo y trabajo que esto conlleva", explica Diana quien, actualmente, ensaya entre cinco y seis horas diarias en el centro municipal de arte flamenco de La Merced, en Cádiz, para la preparación del espectáculo.

Lo que sí está claro es que a esta portuense el trabajo no le asusta. Y lo más importante de todo: lleva el flamenco en las venas. Con sólo cinco años ya pegaba sus primeros zapatazos en la escuela de Araceli Arias y, desde entonces, ha participado en numerosos eventos y espectáculos de la ciudad. "La gente me dice que para qué voy a bailar en un sitio sin cobrar. Pero yo siempre contesto: sonríe y baila; nunca se sabe quién te puede estar mirando. Fíjate, al final así ha sido". No obstante, ella siempre ha querido más y por eso Diana ha compaginado estas actuaciones locales y el grado superior de Estética Integral y Bienestar, con sus estudios en el conservatorio profesional de danza Maribel Gallardo, en Cádiz, donde tan sólo le queda un último curso para graduarse. Con título o sin él es indudable que el camino que le queda por delante a Diana Andrades es especialmente enriquecedor. En total 34 teatros estadounidenses serán el escenario donde tanto la compañía, como en especial esta portuense -que tendrá el privilegio de enfrentarse en un baile por tientos cara a cara con el propio Eduardo Guerrero- podrán mostrar su arte por alegrías, guajiras y soleares por bulerías.

Normalmente el mundo se alegra de las cosas positivas que les pasan a la gente buena, pero en este caso la alegría es doble, porque Diana es una trabajadora nata. Enhorabuena artista. El nombre de El Puerto cruza el charco en buenas manos.

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