El seguimiento de la huelga de prisiones convocada a nivel nacional ha tenido una incidencia del 95% entre los funcionarios de Puerto I, Puerto II y Puerto III, según han informado fuentes sindicales. El paro, que ha sido secundado de forma masiva en los tres centros penitenciarios portuenses, ha dado lugar a varios altercados por parte de internos que no han podido entablar comunicaciones con sus familiares.

Desde primera hora de la mañana, numerosos trabajadores de las prisiones de El Puerto organizaron piquetes informativos en los accesos a los centros penitenciarios, de manera que los funcionarios que estaban en turno de noche no pudieron salir ni dar el relevo a aquellos que tenían que prestar los servicios mínimos durante la jornada matinal de huelga. Esto ocasionó que los primeros enlazaran dos turnos seguidos y que los compañeros que los tenían que sustituir entrasen con retraso a sus puestos de trabajo. Así, en Puerto III el cambio de la plantilla se hizo efectivo pasadas las dos de la tarde y en Puerto I y II, a las cuatro de la tarde.

Como consecuencia de la demora en la entrada de los servicios mínimos, los internos no tuvieron la posibilidad de comunicarse con sus familiares a lo largo de la mañana de este sábado. Así, por ejemplo, autobuses procedentes del País Vasco, en los que viajaban familiares de etarras que pretendían visitarlos en las cárceles de Puerto I y III, no pudieron llegar siquiera a la entrada de los referidos centros penitenciarios, si bien los propios funcionarios en huelga ofrecieron a estas familias información sobre sus reivindicaciones y un modelo de queja para que la presentasen directamente ante el Defensor del Pueblo.

La jornada de huelga trajo aparejados varios incidentes dentro de los complejos penitenciarios. En Puerto III hubo incidencias en el módulo 7, donde algunos jóvenes internos de entre 18 y 25 años rompieron mobiliario (mesas, sillas y cristaleras) por los retrasos en las salidas de sus correspondientes celdas y la suspensión de comunicaciones con sus allegados. Siete internos tuvieron que ser trasladados al módulo de aislamiento de forma provisional.

También en Puerto III, concretamente en el módulo 1, hubo un plante de un preso que se negó a entrar al comedor por no haber podido hacer efectiva la comunicación con sus familiares. Lo mismo ocurrió en el módulo 4 de Puerto II, si bien, según apuntan fuentes sindicales, estas disputas fueron gestionadas y resueltas de forma eficiente por los funcionarios de prisiones que, además, tuvieron que doblar sus servicios.

El ambiente que se vivió en el centro penitenciario Puerto I, donde están ingresados unos 30 presos catalogados de primer grado –el más restrictivo dada su peligrosidad– fue especialmente tenso. Dichos internos permanecieron en sus celdas durante toda la mañana del sábado (hicieron el desayuno y el almuerzo dentro de ellas) porque no había personal suficiente para garantizar la seguridad necesaria en sus salidas controladas a los patios. A esto se sumó que el día anterior, el viernes, hubo en Puerto I un corte en el suministro eléctrico que se prolongó desde la cinco de la tarde hasta las diez de la noche.

A raíz de este corte de luz, los presos tuvieron que subir a sus celdas antes de tiempo, lo que dio lugar a reiterados plantes por parte de los internos e incluso a intentos de agresión a los funcionarios de prisiones. De ahí que cinco presos de primer grado fueran trasladados a aislamiento.