Juicio por un ajuste de cuentas en Chipiona

“Señoría, le prometo que no sabía que el arma estaba cargada”

  • El fiscal cambia su calificación y acusa de lesiones a los procesados que llegaron este lunes a juicio por intento de asesinato

  • El principal implicado dice que la pistola se disparó accidentalmente

Los hermanos Heredia y los hermanos León Benítez, más conocidos en Chipiona como los ‘Leones’, se vieron este lunes, frente a frente, en la sala de vistas de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz. Los Heredia estaban sentados y esposados en el banquillo acusados, en un principio, de intentar asesinar a los ‘Leones’. Según el fiscal, por un robo de droga;según los Heredia, porque estaban hartos de que los ‘Leones’ asaltasen sus parcelas. Sea como fuere –eso ya lo determinará el tribunal– lo que sí hubo fue un ajuste de cuentas el 4 de abril de 2017 en el Pago Abulagar.

El principal acusado en este caso, Miguel Heredia, explicó al tribunal que el arma que portaba el día de los hechos se disparó accidentalmente en el transcurso de una pelea durante la cual alcanzó de forma fortuita y por la espalda a Jesús Cristian León. La versión de un disparo “accidental” fue confirmada por los forenses, quienes manifestaron en la vista oral que la herida que presentaba Jesús Cristian no sólo “no comprometió su vida” sino que además, a partir de la misma, “no se podía deducir la intencionalidad del disparo”.

Por todo ello, el fiscal decidió modificar su calificación provisional de los hechos. El cambio más significativo de la acusación pública fue echar atrás su petición inicial de nueve años de cárcel por el delito de intento de asesinato para sustituirla por el delito de lesiones con uso de arma de fuego, por el que finalmente solicitó dos años y medio de cárcel para Miguel Heredia, y dos años para sus otros dos hermanos.

Todos los encausados se enfrentaban, de primeras, a 20 años de prisión. Tras la modificación de la Fiscalía, la petición de cárcel se rebajó a menos de la mitad, entre siete y ocho años de privación de libertad.

El juicio

En las declaraciones que prestaron en la vista oral todos los implicados en esta causa hubo numerosas coincidencias. Las versiones ofrecidas tanto por los Heredia como por los ‘Leones’ desembocaron en que la mañana de los hechos, los acusados Miguel y Jesús Heredia se dirigieron en coche hacia la finca de José Manuel y Jesús Cristian León portando una pistola y un revolver. Una vez en la parcela, los Heredia se enzarzaron con los ‘Leones’ en una dura pelea en la que hubo patadas, puñetazos, culetazos de pistola, amenazas... y un disparo.

“Lo encañoné. Es verdad”, admitió ante el tribunal Miguel Heredia, “pero justo después empezamos a pelear, con tan mala suerte que en un forcejeo el arma se disparó. Señoría, le prometo que no sabía que el arma estaba cargada. No tenía ni idea”, reiteró el principal encausado en este procedimiento.

El disparo fue, según Miguel y su hermano Jesús allí presente, “accidental”, fruto de la trifulca. Es más, incluso uno de los ‘Leones’, José Manuel, explicó en su declaración lo siguiente: “Yo el disparo no lo vi. Solo lo escuché. Deduzco que el tiro se escapó”.

La bala atravesó la espalda del otro León, Jesús Cristian, que en ese momento estaba tirado en el suelo boca abajo. El proyectil, tal y como confirmaron los forenses, entró y salió por la escápula izquierda en una trayectoria tangencial, no frontal, casi perpendicular a la piel. “No hubo compromiso vital”, ratificaron los especialistas, quienes también subrayaron que “dadas las características de la herida, no era posible deducir la intencionalidad del disparo, el cual era compatible, además, con un posible forcejeo”. Los peritos calificaron la lesión como una “herida en sedal”, ya que “la bala entró y salió en una corta distancia” sin producir grandes daños.

Así pues, los Heredia, un León y los propios forenses hablaron de un disparo fortuito y casual. No así la víctima que lo recibió. Jesús Cristian expuso ante los jueces de la Sección Cuarta que, bajo su punto de vista, “el disparo había sido a conciencia”. “Me dieron una paliza. Estuvieron a punto de matarme. Tanto es así que uno de los Heredia me dijo que conmigo se le iba a ir la cabeza. Gracias a Dios, la bala no me atravesó”.

Sobre la causa que originó este ajuste de cuentas, no hubo consenso. Los Heredia aseveraron que estaban hartos de sufrir robos por parte de los ‘Leones’ y que por eso fueron a buscarlos, “para intimidarlos y amedrantarlos”. Los ‘Leones’, por su parte, aseguraron que los procesados les exigieron la entrega de todos los objetos de valor que tuvieran, sobre todo, oro y drogas. No obstante, tal y como confirmó un agente de la Guardia Civil en el juicio, la vivienda de los Heredia no presentaba ningún signo de haber sido forzada ni registrada.

Los terceros

Un tercer Heredia, Joaquín –hermano de los anteriores y también procesado por este caso–, fue el único miembro de este clan familiar que acudió ayer a juicio libre (los demás llegaron procedentes de prisión).

Joaquín afirmó que el día de los hechos ni siquiera estaba en Chipiona y que no conocía de nada a los ‘Leones’. Sin embargo, según el escrito de acusación del fiscal, Joaquín fue la persona que esperó a sus hermanos en un carril dentro de un coche –fuera de la parcela de los ‘Leones’– para emprender la huida después de la disputa.

Un tercer León, también de nombre Joaquín y también hermano de los otros ‘Leones’, fue el único miembro de este clan familiar que acudió ayer a juicio con esposas (los demás estaban libres). Este Joaquín estaba el 4 de abril de 2017 en la finca donde se originó la pelea. En su testifical de ayer, sostuvo que la referida mañana escuchó ruidos en el exterior del campo. Al salir, se percató de lo que estaba ocurriendo y pidió auxilio a un vecino. En ese momento, un Heredia le pegó con la culata de la pistola y, acto seguido, disparó un tiro al techo para después darse a la fuga con sus otros hermanos.

La calificación definitiva

Al final del juicio, el fiscal modificó sus conclusiones en los siguientes términos: del delito de intento de asesinato (nueve años) pasó al delito de lesiones con arma de fuego (dos años y medio para Miguel Heredia y dos años para Jesús y Joaquín); por otro delito de lesiones planteó dos años en lugar de los dos años y medio iniciales para todos los procesados; la petición de cárcel por el delito de robo intentado se rebajó de tres años a un año y ocho meses; por tenencia ilícita de armas, el fiscal solicitó para Miguel Heredia dos años (al portar la pistola con el número de serie limado) y un año para sus hermanos. El delito de amenazas quedó suprimido.

Por último, la Sección Cuarta de la Audiencia de Cádiz acordó prorrogar la prisión provisional a los acusados Miguel y Jesús Heredia.

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