Provincia de Cádiz

Un polvorín en Diputación

  • Los funcionarios boicotean el Pleno, la oposición se marcha y el PP acaba aprobando sus mociones en solitario, en tres minutos y sin debate · Los bomberos trasladan su protesta al Palacio y Loaiza ordena cerrar las puertas

Los trabajadores de la Diputación aprovecharon ayer la celebración de un Pleno ordinario para expresar su indignación por la política de recortes del Gobierno central y mostrar su inquietud ante la repercusión que tendrá en la plantilla el plan de la institución provincial para ahorrar 10 millones de euros en sus cuentas. Una treintena de empleados boicoteó el Pleno con una pitada persistente y al grito de "fuera, fuera, fuera", "todos, todos, todos". El presidente de Diputación, José Loaiza (PP), se vio obligado a retrasar una hora la sesión y a celebrar, después, un pleno sin oposición, ante el abandono de PSOE, IU, PA y Foro Ciudadano. La escena en el Salón Regio fue insólita: los 15 diputados populares y el presidente, solos, aprobaron los puntos del orden del día sin debate, casi sin anunciar lo que se votaba, mano alzada tras mano alzada, en menos de tres minutos de reloj.

La convocatoria de los sindicatos, entre las diez y las once de la mañana, contaba con el visto bueno de la administración provincial. Una treintena de representantes sindicales y trabajadores, que se turnaban en la protesta aprovechando sus tiempos de descanso, empapelaron el pasillo con carteles ("Quieren arruinar el país, no a los recortes") y aguardaron la llegada de los políticos para abuchearles. "Manos arriba, esto es un atraco". "Fuera, fuera, fuera". Aquí cobraron todos. Los manifestantes iban armados con pitos, con silbatos, y la acústica del palacio provincial es extraordinaria, por lo que el arranque del Pleno solo sirvió para que el responsable de Hacienda, José Antonio Liaño, felicitara a la socialista Irene García, nueva secretaria provincial de su partido.

La comunicación no era posible así que Loaiza convocó a los portavoces de la oposición y aplazó la sesión hasta las once. Los políticos abandonaron el salón con los ojos achinados por el ruido y escuchando esta proclama: "El próximo parado, que sea un diputado". Los pitos no dejaron de sonar en los tres cuartos de hora de parón, tiempo en el que algunos diputados del PSOE, entre ellos Irene García y Fernando López Gil, charlaron con la plantilla.

Así se fraguó lo que sucedería después. Loaiza y los diputados populares se disponen a reiniciar el Pleno cuando la oposición, los representantes del PSOE, IU, PA, y Foro Ciudadano, sin tomar asiento, solicita al presidente de suspenda la sesión y se reúna con la plantilla para escuchar sus quejas. Loaiza se niega y lanza la siguiente advertencia: "La irrupción forzada y violenta de un acto público como este puede acarrear responsabilidades penales". Los opositores se marchan y el PP, que sumaba un diputado más del mínimo exigido, lleva a cabo el orden del día del Pleno exprés.

"Propuesta de aprobación de expediente de modificación de crédito número 21/2012 del presupuesto de Diputación". Aprobada. "Propuesta de aceptación de la delegación del Ayuntamiento de San Roque". Aprobada. "Proposición del grupo popular de adopción de diversos acuerdos en relación con la aplicación del Plan OLA y con necesidades de centros educativos". Aprobada. "Proposición del grupo popular de instar a la Junta de Andalucía a cumplir con sus obligaciones en el desarrollo de la Ley Reguladora del Derecho a la Vivienda". Aprobada. "Proposición del grupo popular de instar a la Junta de Andalucía a la realización de varias acciones en el nuevo hospital de La Línea". Aprobada.

Todas las proposiciones de la oposición, nueve en total, fueron desestimadas por "ausencia del grupo proponente". Y así acabó el Pleno, sin que cesara la pitada.

El presidente de Diputación convocó a los medios en otra sala para "lamentar lo ocurrido". Argumentó que "intentar evitar la palabra en un órgano colegiado no es la mejor manera de expresar una reivindicación" y, a continuación, cargó contra el PSOE, al que acusó de "espolear" a los grupos de la oposición para que abandonaran el Pleno. "Es el PSOE el responsable de lo que ha pasado, por su falta de respeto hacia la Diputación y por no mostrar ningún interés por los problemas de los gaditanos. El PSOE es el que ha roto el Pleno. Cómo si no se explica que haya venido una diputada autonómica [en referencia a Raquel Arenal] a jalear y hacerse fotos con la manifestación", denunció el máximo responsable de la institución provincial.

Aún se explicaba, respaldado por su equipo, cuando el estruendo de varios petardos y el ruido de otra pitada entró por las ventanas. Eran alrededor de un centenar de bomberos que llegaban procedente del parque gaditano para protestar contra la amenaza de despidos y recortes salariales que pesa sobre la plantilla, y para denunciar que los 50 compañeros que debían haberse incorporado al turno de vacaciones no lo han hecho (la plantilla del Consorcio es de 480 personas).

El presidente del Consorcio, Fernando García, exalcalde de Bornos y exsenador (PP), aseguró hace dos semanas que la salida de trabajadores es "inevitable". Después rectificó y alegó que los recortes están en estudio. Pero el incendio sigue vivo. A las doce de mediodía, los bomberos se plantaron en la puerta de Diputación empujando un carrito forrado de rojo, en cuyo frontal estaba pegada una foto de García, y que estaba equipado con una cornamenta de venado y un gran tirachinas.

En medio del tumulto, el presidente de Diputación ordenó que se cerraran las puertas del Palacio Provincial y que no se dejase entrar ni salir a nadie. Los responsables de seguridad lo cumplieron a rajatabla, por lo que los políticos que habían participado en el Pleno, los periodistas y los funcionarios quedaron atrapados en el edificio. Irene García, secretaria provincial del PSOE, se sentó en la escalera; después lamentaría el "preocupante talante antidemocrático del que está haciendo gala el presidente Loaiza". Otros políticos charlaban. Y otros estaban indignados, como José María Román, portavoz del grupo socialista, que llamó por teléfono al 091 para "denunciar" que estaba secuestrado en Diputación, que "quería salir y no podía".

Finalmente se estableció un sistema de entrada selectiva. José Loaiza aceptó reunirse con los representantes de los bomberos. Escuchó sus reivindicaciones durante más de media hora y, según Jesús Morales, presidente de la junta de personal, les explicó que la orden del presidente del Consorcio de Bomberos es que los recortes son necesarios y que, a partir de ahí, se ha encargado un estudio para ver en qué capítulo deberán acometerse.

"No venimos contentos", pronunció Morales, micrófono en mano, ante sus compañeros. "De despidos ni mijita, y si hay que ahorrar empecemos por quitar al presidente y poner en el cargo a un diputado provincial, que para eso están", enfatizó. La protesta de los bomberos se dirigió hacia el Ayuntamiento pero antes dejó en el el Palacio Provincial un intenso olor a petardo quemado.

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