Provincia de Cádiz

2009: ¿el principio del fin o una huida hacia delante?

  • El año será de gran incertidumbre y estará marcado por el paro y el consumo

¿Cuántas semanas tardará en superarse el listón de los 150.000 parados? ¿Cuándo se generalizará la recesión? ¿Hasta qué niveles caerá el consumo? ¿Han tocado fondo la construcción y el negocio inmobiliario? ¿Será la industria una alternativa económica real? Si 2007 fue el año en que la crisis asomó a los hogares gaditanos y 2008, el de su consolidación, 2009 es, sin duda, el año de la incertidumbre. A día de hoy, los pronósticos más que arriesgados son inverosímiles -como se ha demostrado en los últimos meses-, pero en lo que sí parece haber consenso es en que este loco final de década será clave para sentar las bases del futuro. Tanto caerás, tanto te costará levantar.

La provincia de Cádiz viene de saborear las mieles de un crecimiento medio anual superior al 8%. En 2006, el PIB superó la cota de los 20.000 millones, el desempleo bajó hasta el 13%, la creación de sociedades mercantiles se disparó hasta superar las 3.000 anuales... Hoy en día, el desempleo afecta al 20% de la población activa, lo que significa que ya una de cada cinco personas en edad y disposición de trabajar no encuentra trabajo. La apertura de nuevos negocios ha caído un 35% y a duras penas se llegará a los 1.500 al final del año, la mitad que en 2006.

Con la salvedad de la construcción, que ya encara su segundo año de vía crucis, la recesión ha sido flagrante a partir del verano. En los dos primeros trimestres, el crecimiento económico estimado fue del 2,5% y el 0,9%, según los datos de la sociedad Analistas Económicos de Andalucía; en el tercer trimestre, entre julio y septiembre, la provincia se desplomó hasta el 0,4%. Otro ejemplo: hasta el mes de junio, cada trimestre se creaba una media de 500 empresas; durante los meses de verano, se ha estancado en 302 -y no es sólo un efecto del parón estival-.

La primera, y grave consecuencia, ha sido una alarmante inflación de desempleados. La provincia despidió 2008 con 147.655 parados, un tercio más de los que había al término de 2007. La destrucción de empleo y el descenso de la contratación, tanto fija como eventual, han sido muy fuertes: hasta junio fue moderada, un 6,2%, pero en el segundo semestre se precipitó hasta el 16,9%. En términos relativos quizá no se aprecie la dimensión de la caída laboral, pero si se computa en valores absolutos, el desplome es evidente: en 2008 se contrató o renovó a 55.800 trabajadores menos que un año antes.

Pero no todas las conclusiones de 2008 son negativas. La contención en el consumo, fruto de la prudencia o de la falta de financiación, ha tenido una consecuencia positiva: por primera vez en esta década, el endeudamiento se ha estabilizado e, incluso, comienza a descender. En 2007, de cada cien euros que movían los bancos en Cádiz, 70,7 salían a través de créditos y 29,3 entraban como depósitos. En verano, este desequilibrio financiero comenzó a revertirse, el ahorro comenzó a remontar y ahora se aproxima al 30%. Ésta es la cara positiva del negocio bancario. La negativa es el incremento de la morosidad: el número de impagos ha crecido un 52% en el último año y su valor, se ha disparado un 71%.

Las principales claves para salir de este lodazal en que se ha convertido la economía son cuatro: el control del aumento del paro, la recuperación de la construcción a través de la licitación oficial, la reactivación del consumo con los intereses bajos y el desbloqueo de los créditos, y, a nivel macroeconómico, la lucha contra la deflación y la estabilización del sistema bancario.

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