Provincia de Cádiz

El reloj biológico se puede medir con una prueba de la visión

  • Antonio Alcalá, miembro de la Academia de Medicina de Cádiz, recibirá mañana un premio nacional por su investigación sobre envejecimiento y alzheimer

Con una sencilla prueba que sirve para examinar las alteraciones de la visión, la campimetría computerizada, es posible ver la velocidad a la que envejece una persona.

Así lo ha descubierto el neurólogo de la visión y miembro de la Real Academia de Medicina de Cádiz Antonio Alcalá, que recibirá mañana el premio nacional Doctor Espina y Capó al mejor trabajo en Cronopatología (disciplina de la Fisiología que estudia los ritmos biológicos).

Para llegar a esta conclusión general, que es posible medir el reloj biológico con una prueba que evalúa la visión, Alcalá realizó un estudio en el que trabajó con 234 personas de edades en torno a los 48 años. De estas, la mitad, 117, eran personas sanas pero genéticamente predispuestas a padecer alzheimer. Las otras 117 eran personas también totalmente sanas pero sin predisposición a padecer la enfermedad degenerativa y, por tanto, sin ninguna alteración del ADN.

Resultó que en las personas genéticamente determinadas para padecer alzheimer, "su reloj biológico estaba disparado", según explica el propio neuroftalmólogo. Esto es, "estaban envejeciendo mucho más rápido que el grupo de personas genéticamente normales". Esto pudo verlo porque a través de la campimetría computerizada se detectaba un fallo visual (desconocido hasta ahora) inducido por los núcleos supraquiasmáticos del cerebro, que se consideran desde hace años los responsables de marcar los ritmos biológicos.

Pero las conclusiones de la investigación no se quedaron ahí. En una segunda fase del trabajo Alcalá consiguió demostrar que al actuar con un medicamento que se emplea para tratar y prevenir los infartos de miocardio en los pacientes que iban a padecer alzheimer y que por tanto tenían el reloj adelantado, "el reloj se ponía en hora".

Además de la correlación con el ADN se pudo observar asimismo que el reloj biológico también puede verse influenciado por otros factores como el nivel de colesterol, el nivel de azúcar en sangre, el peso o la tensión arterial. Asimismo se puede deducir, destaca el investigador, que "sorprendentemente la edad no influye".

Según lo define Antonio Alcalá, el estudio concluye: "que la Cronobiología del envejecimiento humano está ligada al sentido más utilizado en los mamíferos superiores, la visión"; "que las cifras de colesterol son utilizadas por nuestro ADN para hacer fallar el reloj biológico, retrasándolo"; "este es el primer trabajo que demuestra la importancia de la visión en la prevención del alzheimer y que arroja datos contundentes acerca de la visión y la esperanza de vida"; "el trabajo abre una incalculable vía de investigación".

No es la primera vez que el doctor Alcalá demuestra que la campimetría computerizada además de utilizarse para detectar fallos de la visión puede servir para detectar enfermedades. En un trabajo anterior, publicado en la prestigiosa revista Atherosclerosis y por el que fue premiado, entre otros, por la Academia de Medicina de Cádiz, descubrió que dicha prueba también permite detectar desde la adolescencia el riesgo de padecer un infarto.

Antonio Alcalá no ha llegado hasta aquí por casualidad. Ya su abuelo, que se graduó en 1929 como mejor alumno de su promoción en la Facultad de Medicina de Cádiz, desarrolló años más tarde "una especial habilidad para detectar tumores cerebrales a través del campo de la visión". Teniendo en cuenta ese antecedente, después el camino de este científico profesor de la Universidad de Málaga se hizo a base de persistencia.

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