FLAMENCO

Marga de Jerez: "Jerez huele a flamenco por todos sus rincones"

  • La jerezana lleva toda la vida luchando por sus sueños y reconoce que la ciudad debe ayudar más a "los artistas de los tabancos. Regalamos flamenco y cultura todos los días"

La cantaora Marga de Jerez.

La cantaora Marga de Jerez.

Perseguir sueños gracias a la música hace que la vida lleve un compás diferente. Saca emociones tan agradables como la felicidad que siente una cantaora al subirse a un escenario. Margarita Pastrana Rodríguez (Jerez, 1980) conocida artísticamente como Marga de Jerez, es el ejemplo perfecto de la alegría al subir a un escenario. Madre, luchadora, trabajadora y cantaora, la jerezana forma parte del elenco de artistas que se sube todas las semanas a las tablas de El Tabanco El Pasaje.

"Lo que me apasiona es cantar", señala la artista nada más ser cuestionada sobre su amor al cante. Comenzó a sentir el gusanillo del duende cuando tan solo era una niña, en una de las muchísimas citas flamencas que han transcurrido en la ciudad. "Mis padres me llevaron a ver a La Macanita, Felipa del Moreno y Aurora Vargas. Aquello me hechizó por completo y siendo niña dije que quería hacer lo mismo que ellas. Comencé a escuchar flamenco todos los días, a investigar y formarme, hasta que llegó mi gran oportunidad”.

No fue hasta los 16 años cuando se subió a un escenario por primera vez a desplegar todo el potencial que estaba naciendo dentro de ella. "Jerez huele a flamenco por todos sus rincones. Aunque me criara escuchando flamenco, siempre me llamó la atención, pero no provengo de una familia de flamencos, aunque siempre lo he sentido de manera muy especial en mi corazón”.

Su primer premio de cante fue en Alhaurín de la Torre, un galardón que le hizo ver las cosas de otra manera, además de servirle como empujón a su carrera. "Quería estudiar flamenco y para ello me fui con 20 años a Sevilla y estuve varios años becada. Tenía claro que si quería entrar en el mundo de las peñas, había que ir ganando certámenes”.

Tras varios años fuera de Jerez, Marga regresó a su tierra, localidad en la que ha encontrado el cobijo que necesitaba en El Pasaje. "En Jerez si te pierdes, ya no tienes un lugar. Afortunadamente, en los tabancos hay mucha gente que valora lo que haces. Ahora, por diferentes circunstancias, no canto con mismo volumen que antes porque tengo un trabajo estable, pero cuando puedo, lo hago. Es lo que me da la vida”.

En cuanto a su estilo y palos preferidos a la hora de cantar, la jerezana lo tiene claro. "Me encanta cantar por tonás. Cuando doy un recital siempre los entono, porque me parece un canto muy bravo y valiente".

Marga de Jerez se viste por los pies y es muy directa cada vez que habla. "A mí no me importa mojarme en ningún tema porque nadie me ha regalado nada. No le debo nada a nadie. He llevado el nombre de mi tierra por todo el mundo y jamás me han ayudado a nada”. En este sentido, la cantaora, al ser cuestionada por si existe una escasa atención sobre los artistas que actúan en los tabancos, dice que "me parece una vergüenza lo que se hace con los tabancos. Los mismos artistas piensan muchas veces que los hay de primera, de segunda y luego los de los tabancos. Jerez debería ser más humilde y honesta, se debería reconocer que quien mantiene el turismo de la ciudad son los tabancos. La gente va durante todo el año a escuchar flamenco y tomar su vino al tabanco. Los artistas no somos máquinas, es obvio que habrá mejores actuaciones un día que otro, pero los que se creen muy artistas dicen que no tenemos envergadura. Yo no me considero menos artista que nadie. He estado en las principales peñas de España”.  

A todo ese gremio de luchadores que día a día se dejan la piel en el escenario "deberían valorarnos más. Tenemos muy buenos bailaores, guitarristas y cantaores. Jerez tendría que tener el detalle de que cuando hay cosas buenas, no se las den siempre a los mismos. Tendrían que ayudarnos más, subvencionarnos, porque las criaturas no pueden con más. Jerez es como una fiambrera que se cierra herméticamente para los mismos. Regalamos flamenco todos los días y a los dueños de los establecimientos que nos contratan, no les podemos exigir más”; concluye la cantaora.

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios