Día mundial del Riñón

España, en primera fila europea del trasplante renal pediátrico

  • La donación de vivo, que alcanza la cuarta parte del total, permite recurrir al injerto como primera opción en un 30% de casos, por encima del 20% continental.

España se sitúa en primera fila europea en la asistencia a menores con enfermedad renal, y especialmente en el trasplante renal pediátrico. Así lo revela el Registro Español Pediátrico de Insuficiencia Renal Terminal (Repir1), que cifra en 60-70 los trasplantes anuales (el 22-23% de donante vivo), el tiempo de espera por debajo de un año y la supervivencia en tasas muy elevadas: 98% a los 10 años para los pacientes, y 85%-78% para el injerto en donación de vivo y de cadáver respectivamente.

Entre los datos, que hoy tienen como trasfondo el Día Mundial del Riñón, destaca el creciente recurso al trasplante como primera opción terapéutica, sin necesidad de pasar por diálisis. Ángel Alonso, coordinador de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica (AENP) para el Repir1, sitúa esos injertos directos en el 30%, por encima del 20% en el continente, y explica el éxito por la donación en vivo, que se ha duplicado en cuatro años y roza ya la cuarta parte del total. Esa donación tiene un perfil familiar, protagonizada en nueve de cada diez casos por los progenitores y con mayor protagonismo materno: 60% frente al 40% paterno.

Alonso señala que el Registro, cuyo origen se remonta a 1982, incluye a 1.500 pacientes pediátricos que han recibido tratamiento sustitutivo -diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante- para su enfermedad renal, y confirma que esas terapias se aplican "cada vez a edades más tempranas". De hecho, casi un 25% de pacientes las inician antes de cumplir dos años. En este grupo, el primer tratamiento sustitutivo suele ser (80%) la diálisis peritoneal, pero si se considera toda la población infantil y adolescente, esa modalidad ronda el 40%, mientras el 30% recibe hemodiálisis y otro 30% un trasplante renal.

El injerto se retrasa, en todo caso, hasta los dos años cumplidos para garantizar la máxima seguridad quirúrgica, ya que los más pequeños necesitan un desarrollo vascular suficiente, que se alcanza a los 18-24 meses, para afrontar el trasplante con garantías. Lo que está fuera de toda duda es la efectividad de tal estrategia. Como subraya Alonso, "la supervivencia es más alta cuando se realiza el trasplante renal en la primera edad", mientras que "la pérdida del injerto es mayor en la adolescencia", debido en parte al "peor cumplimiento terapéutico" en una etapa en la que se relaja la supervisión familiar del tratamiento.

Siete hospitales, incluido el sevillano Virgen del Rocío, realizan trasplante renal pediátrico en España, aunque la nefrología pediátrica está presente en otros 67 y en siete centros de salud. Paradójicamente, se lamenta el presidente de la AENP, Víctor Manuel García Nieto, la especialidad carece de reconocimiento oficial.

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