Salud y Bienestar

Vacunación y citologías blindan la prevención frente al VPH

  • Además del cáncer de cérvix, el virus del papiloma humano también es responsable de algunas patologías oncológicas de vulva, ano, pene o faringe

Aproximadamente 100 tipos de virus del papiloma humano (VPH) han sido identificados hasta la fecha y, de éstos, aproximadamente 15 tipos de virus se consideran causantes de cáncer de cuello de útero. Los tipos de virus 16, 18, 45 y 31 son responsables de aproximadamente un 80 u 85% de los casos de cáncer de cuello de útero a nivel mundial. La infección persistente por un tipo de virus causante de cáncer provoca a aparición células anormales en el cuello de útero, que pueden transformarse, con el tiempo, en lesiones precancerosas o cancerosas.

A lo largo de la vida, las mujeres pueden ser expuestas a los tipos del virus causantes de cáncer y están potencialmente en riesgo de desarrollar un cáncer de cuello de útero. Por ello, a las citologías periódicas se sumó desde el año paso la vacunación, en un esfuerzo por mejorar la protección de la población contra este y, quizás, otros problemas oncológicos.

"Una de las ventajas es que conocemos la historia natural de la enfermedad y pasa por un estadio previo que son las lesiones cervicales inter epiteliales, y quizás otras más", explica Santiago Carrasco, presidente de la Sociedad Andaluza de Ginecología y Obstetricia, para quien todo esto no quiere decir que las mujeres vayan a dejar de padecer canecer de cérvix. "Los virus en los que se basa las vacunas pueden ser responsables del 85%. Así que sigue quedando un 15%. Pero el VPH participa también en otras patologías oncológicas de menor prevalencia, como el cáncer de vulva, de ano, de pene o faríngeo. En el futuro es posible que se consiga prevenir mejor esos problemas".

Una vez que el virus entra en contacto con la célula produce la neoplasia cervical interepitelial (CIN); dependiendo de cómo altera el epitelio se dan tres grupos: Los que solo afectan a las células basales, al epitelio que cubre el cuello o, un tercero, a todo el epitelio. Sus posibilidades de convertirse en cáncer invasor son un 1%, un 5% y un 12%. "El virus, o una parte de él, es capaz de alterar el genoma de la célula, se integra en el DNA de la célula y la transforma. Sumando la acción de los tres tipos citados, un 80% de las mujeres tendrá una lesión por VPH, pero la mayoría no desarrollará cáncer", explica Carrasco.

Respecto a la composición de la vacuna, Carrasco explica que "se trata de proteínas inmunógenas. No se está inoculando un virus, y por tanto nunca puede producir una infección. Si no es del virus, no puede replicar. No tiene poder oncogénico. Hay una evidencia en muchas publicaciones de la prevención que se está haciendo, su acción y sus ventajas". Carrasco subraya asimismo el apoyo científico que varias sociedades científicas dieron a la vacuna desde el punto de vista epidemiológico y que se plasmó en un documento de consenso.

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