Salud y Bienestar

La aceituna de mesa concentra en su pulpa todo su poder antioxidante

  • La vitamina E de las aceitunas llega intacta desde el árbol hasta el consumidor. Su consumo es una de las maneras más naturales de luchar contra la oxidación celular y sus consecuencias.

La batalla contra la oxidación celular es una de las tareas más importantes que hay que afrontar para disfrutar de un buen estado de salud en general. Los antioxidantes son los aliados imprescindibles de nuestro organismo para atenuar los efectos de los radicales libres. En este sentido, la Vitamina E de las aceitunas de mesa contribuye a reducir el estrés oxidativo, produciéndose menos radicales libres y ralentizando el envejecimiento celular.

La vitamina E proviene de la materia prima de las aceitunas de mesa y no sufre prácticamente ninguna alteración durante el proceso de elaboración. Por esta razón, la cantidad media de Vitamina E que podemos encontrar en la pulpa de las aceitunas es de 3,17 miligramos por cada 100 gramos.

La importancia de la vitamina E radica en los múltiples beneficios que aportan al organismo, según señala la organización Interaceituna. Por mencionar algunos, protege nuestras células ante elementos tóxicos o radiaciones; refuerza el sistema inmunológico; contribuye a la conservación del revestimiento neuronal; facilita la circulación y favorece la formación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo, entre otros. A la capacidad antioxidante de la aceituna de mesa se suman otras ventajas de interés, como su contenido calórico de tan solo 150 kilocalorías por 100 gramos, su elevado aporte de ácido oleico, que favorece el sistema cardiovascular, la presencia de fibra y la ausencia de azúcares.

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