Plan de Sanidad para reducir azúcar, sal y grasas

Un mal con muchas aristas

  • Expertos de la Sociedad Española de Diabetología abogan por políticas de prevención intervencionistas que alcancen a la industria alimentaria

La alimentación en la infancia y la educación en patrones de consumo alimentario son ámbitos clave para mejorar la prevención.

La alimentación en la infancia y la educación en patrones de consumo alimentario son ámbitos clave para mejorar la prevención. / Rafael González

El Ministerio de Sanidad firmó a principios de año un acuerdo con representantes de 398 empresas alimentarias y de bebidas para reducir el contenido de una media del 10% de azúcar, grasas saturadas y sal. Inicialmente eran unas 500, pero un centenar se descolgó del propósito. Un año antes, Sanidad también estableció acuerdos con las patronales de alimentación y bebidas (Fiab), de supermercados (Aces), de distribuidores (Asedas) y grandes superficies (Anged), de restauración y cátering social (Feadrs) y de vending (Aneda) para hacer más saludables al menos 3.500 alimentos y bebidas, reduciendo su contenido en sal, grasas y azúcares. Reducir el sobrepeso, la obesidad y el síndrome cardiometabólico es una estrategia clave en la prevención de la diabetes y enfermedades cardiovasculares, y no son muchas las iniciativas que se implican en aspectos fuera de lo puramente clínico o asistencial.

Para los expertos reunidos en el congreso de la Sociedad Española de Diabetología (SED), que se clausura hoy sábado en Sevilla, este tipo de medida son fundamentales ya que la diabetes es un problema de primer orden y todas las estrategias que ayuden a la prevención de la enfermedad son bienvenidas. “Sorprende que en determinados sectores muy vinculados a la Administración no se regule y todavía es habitual en colegios haya máquinas con bebidas azucaradas, bollería industrial y alimentos de este tipo. Favorecer la colaboración entre las instituciones sanitarias y las empresas del sector alimentario es la única manera de lograr que las estrategias de intervención en la población tengan éxito”, explica Antonio Pérez, presidente del Comité Científico del Congreso de la SED.

Para la responsable del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, Marieta Martínez Brocca, este tipo de iniciativas son esenciales. “La evidencia ha demostrado que el abordaje debe ser integral. Hay estudios que indican que de las 108 variables que inciden en el riesgo de riesgo metabólico y obesidad, solo 8 son sanitarias. Todo lo demás tiene que ver con medidas que están fuera de lo estrictamente asistencial: factores sociales, la educación, la alimentación, el medio ambiente, el acceso de colectivos más vulnerables a entornos saludables. Otro ejemplo es el de los disruptores endocrinos. Muchos países han ido regulando normativas intervencionistas hacia ese tipo de exposición”, explica Martínez Brocca. Por su parte, el profesor Santiago Durán, presidente del Comité Científico Local del congreso de la SED, “los errores graves en la alimentación de nuestros hijos son la causa de la obesidad infantil, en adolescentes y adultos y eso es la puerta de entrada de las enfermedades metabólicas”.

Los representantes de la SED han lamentado que la diabetes no sea una prioridad para las autoridades sanitarias. “A pesar de que se está incrementando de manera imparable el número de diabéticos en España, existe un cierto retroceso en la inversión que se realiza en la investigación básica y clínica dirigida a tratar de resolver los numerosos problemas que plantea esta enfermedad. Nuestros pacientes querrían que el progreso fuese mayor y más rápido, y nosotros también, pero nos enfrentamos a un obstáculo grave, como es la falta de recursos económicos”, ha explicado la presidenta de la SED, Anna Novials.

El 15,3% de la población adulta andaluza mayor de 18 años (equivalente al 7-8% de la población general) tiene diabetes, lo que supone que total aproximado de un millón de personas con diabetes en Andalucía. La inmensa mayoría (90% o más) son casos de diabetes tipo 2. De ellos, una tercera parte desconocen que tiene diabetes; el resto serían las personas con diabetes tipo 2 conocida en Andalucía, que actualmente se sitúa en unas 670.000 personas. Otro 15% de la población adulta se encuentra en una situación de riesgo elevado de padecer diabetes tipo 2 (prediabetes). Además, como añade la responsable del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, “la frecuencia de diabetes y de prediabetes en Andalucía es mayor que en el resto de España, debido fundamentalmente al exceso de peso”.

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