Las lágrimas tienen muchas utilidades y son grandes aliadas para nuestros niveles de estrés y el estado de ánimo. En cuestiones de salud, dentro de ellas se destacan el permitir ver con claridad y mantener la salud de nuestro ojos, al lubricar, nutrir y proteger la córnea, para evitar que la suciedad invada. Y a partir de ahora hay que sumar a la lista su capacidad diagnóstica para detectar diversas enfermedades y dolencias. 

Así lo explica un grupo de científicos adscritos a la American Chemical Society en el boletín científico de la entidad, en un artículo en el que detallan los pormenores de un sistema de nanomembranas capaz de cosechar y purificar unas pequeñas partículas, llamadas exosomas, de  una muestra de lágrimas humanas. Esta tecnología se llama iTears, y llega a purificar las lágrimas hasta el punto de separarlas en estas pequeñas 'burbujas' que transportan líquidos, ácidos nucleicos y proteínas. 

Detección temprana

Este sistema de aislamiento de exosomas lagrimales utiliza nanotecnología, la cual les permitió recuperar con alto rendimiento y pureza estos componentes a partir de pocas lágrimas en solo 5 minutos. El sistema aplicado aquí se basa en membranas nanoporosas en las cuales se añade la muestra de lágrimas, se efectúa la vibración de estos componentes, y esto permite aislar estas vesículas de manera muy efectiva.

Una vez realizado esto, los exosomas recuperados se someten a análisis para detectar proteínas y otras biomoléculas importantes que pueden revelar la presencia de numerosos biomarcadores de diversas condiciones clínicas.

El método pretende mejorar, especialmente, la detección temprana de enfermedades; estadios en los que el diagnóstico a partir de los síntomas es difícil o imposible y en el que los análisis de muestras biológicas son lentos y requieren la extracción de un volumen considerable.

Se trata de un procedimiento nada invasivo que detecta enfermedades de forma temprana, incluso  en enfermedades cuyos síntomas que pueden pasar desapercibidos.  Según el estudio realizado, esta técnica detectó, hasta ahora, proteínas relacionadas con trastornos oculares, como la enfermedad del ojo seco y la retinopatía diabética, lo que permitió distinguir entre personas sanas y pacientes con estos padecimientos.

Destacar que hay otras investigaciones en marcha para detectar enfermedades como el parkinson e, incluso, el coronavirus. Por lo general, los análisis de anticuerpos se realizan con sangre, pero el ARN del coronavirus también se ha detectado en las lágrimas, y los anticuerpos contra el virus también se pueden medir en las lágrimas.

Finalmente, los investigadores esperan que esta innovadora, eficaz y rápida técnica permita en algún futuro diagnosticar, además de trastornos oculares, enfermedades sistémicas, neurodegenerativas, o incluso ciertos tipos de cáncer.