Tras más de dos años con la mascarilla como fiel compañera y protectora, este miércoles día 20 hemos inaugurado una nueva etapa en la lucha contra el coronavirus: el fin de este escudo.  Si bien seguirá siendo obligatoria en transportes públicos, centros sanitarios o residencias, en solo unos días será posible entrar en un restaurante o una tienda a cara descubierta. Pero no todos se sentirán aliviados, la mascarilla nos ha protegido del coronavirus, pero también de las miradas ajenas y eso puede provocar cierta ansiedad social. Se llama el síndrome de la cara vacía, del que ya hemos hablado en otro artículo. Pero, ¿cómo podemos superarlo si lo padecemos?

Es normal que exista miedo y angustia ante la retirada de las mascarillas en interiores. Esta sintomatología se acrecenta en pacientes con hipocondría o miedo a la enfermedad.  Más aún en espacios cerrados donde el virus se propaga con mucha más facilidad.

En adolescentes, también  puede aparecer el miedo a la exposición ante los demás por los complejos físicos propios del desarrollo durante este período o la timidez. Un sentimiento de inseguridad a quitarse la mascarilla porque les ayuda a estar más cómodos y temen ser rechazados. 

CONSEJOS PARA COMBATIR LA ANSIEDAD Y EL MIEDO 

Pese a las reticencias, es un cambio irreversible, a no ser que la situación epidemiológica se tuerza. Por ello, los expertos ya han dado algunos consejos y claves para combatir estos síntomas y dar paso con seguridad a esta nueva etapa:

• Quitarse la mascarilla de manera progresiva, tanto en tiempo, como en los lugares. Empezar de los lugares en los que se sientan más seguros, y desde ahí ir escalando.
• Actuar igual en relación a la interacción social. Comenzar por enfrentarse, primero, a pequeños grupos con los que nos sintamos cómodos e ir avanzando de formar progresiva.
• Darse tiempo entre un paso y otro, para aprender que quitándose la mascarilla no ocurre nada grave. Cuando se sientan cómodos en el nuevo espacio conquistado, pasar al siguiente.
• En cuanto a los más pequeños  se recomienda a padres y educadores que les expliquen el nuevo contexto y las excepciones de uso.
• Solicitar ayuda profesional si nos sobrepasa a nivel de ansiedad y estrés.
• Comprender todos los beneficios de poder ver a las personas y recuperar el contacto social, en pro de una buena salud mental y social.
• Hacer ver que la base de una autoestima baja ya que el problema seguirá estando ahí.
• Comprender las emociones básicas que existen detrás de la retirada de las mascarillas.