Salud cardiovascular

Sanidad recomienda no beber vino ni cerveza, pero ¿ayuda esto al corazón?

Sanidad recomienda no beber vino ni cerveza, pero ¿ayuda esto al corazón?

Sanidad recomienda no beber vino ni cerveza, pero ¿ayuda esto al corazón?

La nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del Gobierno español en materia de salud cardiovascular ha ocupado las portadas de todos los periódicos nacionales. Al principio, parecía que las nuevas medidas pasaban poeliminar el alcohol de los menús de los bares, entre otras. Sin embargo, el ejecutivo se apresuró a aclarar que tan solo era una recomendación no una prohibición. Eso  sí, en definitiva esto ya planta la semilla de la duda sobre el papel negativo para nuestro corazón que ejerce el alcohol. Las opiniones a lo largo de los años y las bases asentadas en el imaginario popular, se dirimen entre los que defienden sus efectos positivos y los que creen que cualquier consumo de alcohol, por pequeño que sea, puede desencadenar patologías cardíacas y otras enfermedades. ¿Qué hay de verdad en cada una de estas afirmaciones?

Cuando los árabes introdujeron en Europa la técnica de destilación, se creyó que el alcohol era el elixir de la vida y se anunció como remedio de casi todas las enfermedades. Sin embargo, su experiencia en el tiempo no ha arrojado resultados tan positivos a este respecto.  El consumo de alcohol tiene su impacto en todos los sistemas del organismo humano, pero sobre todo a nivel del sistema nervioso central, el tracto gastrointestinal, los órganos hematopoyéticos y el sistema cardiovascular. Eso sí, con moderación, todo puede equilibrarse. 

EFECTOS NEGATIVOS

El equipo de Carolina Darias que ha liderado esta estrategia contempla acciones como "colaborar con establecimientos de restauración" para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable "sin incluir en ella el consumo de alcohol".

Y es que la gente tiene la impresión de que una copa de vino o un vaso de cerveza protegen el corazón, pero es posible que esto no se aplique a todas las personas.Según los datos con los que trabaja el Ejecutivo, los problemas cardiovasculares están entre los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario, junto a una amplia morbilidad y mortalidad.

En este sentido, el consumo mantenido y excesivo puede dañar el corazón porque el alcohol es un tóxico para el músculo cardiaco, puede llegar a debilitar el corazón y causar una enfermedad denominada miocardiopatía dilatata (el corazón se dilata y disminuye la fuerza de "bombeo"), provocando en el paciente síntomas de insuficiencia cardiaca.

Además, puede jugar un papel importante en el desarrollo de enfermedad del músculo cardiaco que conduce a la insuficiencia cardiaca , de HTA, aterosclerosis, angina, isquemia miocárdica, enfermedad cerebro vascular, ictus y cefalea vascular, también hay propensión a arritmias cardiacas y muerte súbita en consumidores crónicos.

El único tratamiento eficaz de estas enfermedades es la abstención absoluta de cualquier tipo de alcohol, aunque sea en pequeñas cantidades.  

Efectos positicos, ¿hay evidencias?

Hay evidencias de que el alcohol en cantidades ligeras a moderadas puede jugar un papel cardioprotector en relación con enfermedad de arterias coronarias.  Los estudios al respecto demuestran que el riesgo cardiovascular es menor en las personas que beben cantidades como máximo moderadas de alcohol, que en las personas que no beben. Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres (20-30 gr.) y de una bebida por día para las mujeres (15 gr.).

La mayoría de ellos lo recomiendan para aquellos grupos de población que no tengan riesgo aterosclerótico. Es decir, que no han tenido accidentes vasculares previos o que sufran una patología cardíaca. Sin embargo, un gran estudio de la Universidad de Washington, también mostró indicios de que  consumir una pequeña cantidad de alcohol todos los días está relacionado con un menor riesgo de sufrir otro ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, angina (dolor cardíaco debido a arterias constreñidas) o una muerte prematura, en casos que ya lo habían padecido. 

Eso no significa, ni se recomienda que las personas que no beben comiencen a hacerlo ni que los que ya beben aumenten su consumo de alcohol.De hecho, no está demostrado el beneficio del consumo de alcohol, ni siquiera en cantidades moderadas, sobre la población general, ya que aumenta la mortalidad por otras causas, fundamentalmente por accidentes, cirrosis hepática y algunos tipos de cáncer, sobrepasando los beneficios sobre la enfermedad coronaria. 

Pero si sigues siendo de los que no eres capaz de renunciar a una cervecita o una copa de vino, aunque sea en las ocasiones especiales, la mejor opción siempre será el vino tinto. Su contenido en polifenoles, flavanoles y proantocianidinas brinda beneficios adicionales con respecto a otras bebidas alcohólicas, disminuyendo la presión arterial, inhibiendo o la oxidación de partículas de lipoproteínas de baja densidad, entre otros beneficios. 

En resumen, el consejo de continuar, iniciar, modificar o abandonar el hábito de consumir bebidas alcohólicas debe hacerse exclusivamente de forma individual, valorando los riesgos y beneficios posibles en cada paciente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios