Humedades en invierno

Un gramo de polvo en un ambiente seco contiene tres ácaros y en uno húmedo 83

En invierno con la bajada de temperaturas y el incremento de la lluvia hace que sea más fácil que nuestro sistema inmune esté más desprotegido y se contraigan más enfermedades. Las personas mayores y los niños son los que más deben extremar las precauciones, ya que son más vulnerables a las agresiones externas.

Sin embargo, el problema de salud puede aparecer como consecuencia de la humedad dentro de la vivienda. Y es que el exceso de agua en el ambiente puede propiciar la aparición hongos y bacterias que pueden producir diversas patologías. Además favorece la aparición de ácaros y éstos se multiplican en los ambientes húmedos. Un gramo de polvo en el suelo en un ambiente seco contiene tres ácaros y en uno húmedo ochenta y tres. Esto puede tener consecuencias para la salud. Como señala el doctor Pedro Ojeda, alergólogo en la Clínica Ojeda, desde el punto de vista de la Alergología, los microrganismos de la humedad favorecen la aparición de síntomas de la vía respiratoria. "Rinitis y asma, sobre todo", afirma el experto.

Por ello es muy importante saber cuándo existe un problema de humedad en nuestro hogar. Y es que España es un país muy húmedo respecto a su subsuelo, por lo que son frecuentes los problemas de humedad estructural en las construcciones.

Para Miguel Ángel López, director general de Murprotec, las principales patologías que tienen que ver con la estructura del edificio son: la humedad por capilaridad, por filtración (cuando estamos por debajo del terreno) y la humedad por condensación. "Tenemos que diagnosticar bien qué tipo de humedad es para saber qué tratamiento debemos aplicar. Esa solución debe ser siempre con garantía plena", afirma el experto.

Dentro de las viviendas se puede producir humedad por condensación debido a las excesivas impermeabilizaciones en los edificios generadas por la hermeticidad de puertas y ventanas. Otro de los motivos por los que se da este tipo de humedad es por airear bien las habitaciones y realizar tareas domésticas a diario como cocinar, ducharnos o incluso planchar. Todo esto hace que se produzca un excesivo nivel de vapor en el ambiente y, cuando supera el 45%, se condensa el agua.

Es fundamental identificar este tipo de problemas en nuestro hogar para que no afecten a la salud. Los signos más comunes son hongos y mohos en esquinas y paredes, cristales empañados en lugares como las ventanas o espejos, mobiliario y otros objetos deteriorados e, incluso, riesgo en las instalaciones eléctricas.

Para evitar las consecuencias que estas situaciones pueden tener para la salud los expertos recomiendan controlar la humedad del interior de la casa, limpiar profundamente las manchas negras y otras zonas afectadas con cuidado de no inhalar las posibles esporas de la superficie afectada y recurrir a un diagnóstico profesional para prevenir la reaparición del problema. Hay que recordar que un nivel de humedad superior al 70% incrementa las posibilidades de sufrir infecciones víricas y bacterianas. Por ello es necesario buscar soluciones a tiempo. Seguro.

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