diabetes

Una píldora con microagujas podría sustituir en el futuro a la insulina

  • El hallazgo tiene el potencial de transformar no sólo la administración de medicamentos, sino también su desarrollo

Píldoras del tamaño de un guisante.

Píldoras del tamaño de un guisante. / Felice Frankel / MIT

Durante casi un siglo, los pacientes con diabetes han confiado en la insulina inyectable para controlar su condición. Y durante casi el mismo tiempo, los investigadores han buscado una forma de administrar la insulina por vía oral.

Si bien las inyecciones de insulina pueden salvar vidas, son desagradables, engorrosas y cada vez más caras para los pacientes, por lo que los proveedores de atención médica a menudo demoran la prescripción de inyecciones de insulina a favor de medicamentos orales menos eficaces.Según informa la Universidad de Harvard, un equipo de investigadores del Hospital Brigham and Women's, MIT y Novo Nordisk, afiliado a la Universidad de Harvard, ha sido pionero en un nuevo enfoque que acerca la clínica a una formulación oral de insulina que se puede tragar en lugar de inyectar. Con financiamiento y en colaboración con científicos de Novo Nordisk, el equipo ha desarrollado una microaguja ingerible que puede inyectar insulina en el revestimiento del estómago en un modelo animal grande. Los resultados se publican en Science.

"El trabajo descrito se basa y está motivado por algunas observaciones clínicas críticas, que incluyen que cuando un medicamento se inyecta en la pared del estómago, el medicamento puede distribuirse por todo el cuerpo muy rápidamente. Además, reconocemos que el estómago es insensible al dolor agudo y muy tolerante con los objetos pequeños y afilados", dijo el coautor correspondiente C. Giovanni Traverso, gastroenterólogo de la División de Gastroenterología de Brigham. Traverso y sus colegas tuvieron que superar varios desafíos, entre ellos navegar por extremos en pH, capas de moco espesas, temperatura y orientación confiable para que la microaguja se inyecte en el revestimiento del estómago. Su dispositivo ingerible, conocido como el aplicador de escala milimétrico autoorientado, o SOMA, está inspirado en la tortuga leopardo autoorientadora, una especie que puede voltearse cuando está de espaldas. La distribución de la forma y densidad del SOMA se optimizó para que la microaguja aterrice en el estómago en la misma orientación cada vez.

El SOMA aloja una aguja hecha de insulina y su inyección se controla mediante un resorte sujeto por un disco de azúcar. El disco de azúcar permite que la humedad en el estómago sirva como desencadenante de la microinyección, y la aguja de insulina sólida permite el suministro de una dosis suficiente del medicamento. Su tamaño y composición del material son similares a los dispositivos ingeribles por la FDA aprobados previamente.

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