La urticaria crónica es una enfermedad autoinmunitaria que afecta a la piel y las mucosas, y actualmente no está considerada como una enfermedad alérgica.

Las manifestaciones de la urticaria crónica consisten en la aparición prácticamente diaria de habones o ronchas por todo el cuerpo, en ocasiones acompañadas de angioedema, que consiste en una hinchazón de zonas laxas de la piel como labios o párpados.

Tal y como explica la doctora Lys Herráez, presidenta del Comité de Alergia Cutánea de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), la calidad de vida es la gran damnificada: "Los síntomas tan visibles de esta patología y el picor continuo de la piel afectan mucho a la calidad de vida de quienes la sufren".