Los vecinos de La Almadraba dieron la voz de alerta sobre el estado de las vueltas de afuera hace tiempo. El temporal Enma del año pasado había ahondado en los problemas de estos bordes de marismas y esteros que se extienden por la trasera de la barriada y más allá, pero no se había atendido por parte de las salinas ni de la Administración competente, el Ministerio para la Transición Ecológica, del que depende la Demarcación de Costas Andalucía Atlántico. Tampoco se implicó la Junta de Andalucía a pesar de ser Parque Natural y la acción del Ayuntamiento fue responder a una situación de peligro puntual ante una posible inundación por las lluvias. La alarma en el barrio seguía, y los vecinos tomaron el mando para reclamar arreglos en estas vueltas de afuera.

Hace unas semanas insistieron en que el Ayuntamiento se implicara para conseguir que Costas tomara medidas. Desde el gobierno atendieron su demanda y el concejal de Desarrollo Sostenible, Ignacio Bermejo, visitó la zona con técnicos de Urbanismo y de su área. "Visitamos todas las salinas menos La Leocadia, a la que no se podía entrar", cuenta José Cortejosa, uno de los representantes de los vecinos de La Almadraba. Vieron qué puntos son los más deteriorados, echaron fotos y comprobaron por las imágenes de los vecinos cómo se anega la zona cuando llueve y la marea está alta. La intención, le explicó el edil socialista, era redactar un informe para remitirlo a la Demarcación de Costas sobre el deterioro de las vueltas de afuera y el impacto medioambiental que esto tenía en las maristas y los esteros.

Ese documento, confirma ahora el equipo de gobierno, ya fue enviado a la Administración competente y, de hecho, Bermejo mantuvo un encuentro con el jefe de la Demarcación, Patricio Poullet, en el que se trató este asunto, que reconocieron de su competencia, lo que impide la intervención municipal. Costas informó en ese encuentro de que ya han licitado un contrato para que una empresa externa redacte un informe acerca del estado de las vueltas de afuera, de las marismas y esteros no solo de San Fernando, también de toda la Bahía de Cádiz. La intención es que el documento recoja los puntos más conflictivos, las zonas donde es más urgente intervenir, y qué acciones son necesarias llevar a cabo para proceder en consecuencia.

Esta situación con los problemas con las vueltas de afuera, que en algunos puntos presenta fuertes destrozos y erosiones, lo que hace que el agua inunde sin barreras la zona en que se encuentra, ahonda en el peligro que corre el litoral, en este caso isleño, por la crecida del nivel del mar que advierten los científicos debido al cambio climático. A finales de octubre salía publicado en la revista Nature Communications un estudio de la organización Climate Central que apuntaba a varias áreas en el entorno de la Bahía. En San Fernando la barriada de La Almadraba formaba parte de esos espacios amenazados.

La emergencia climática era uno de los argumentos que los vecinos de La Almadraba ponían sobre la mesa a la hora de criticar la actuación de las administraciones que no habían atendido sus demandas. "Hablan del cambio climático, de la subida del nivel del mar, pero tienen este problema y no hacen nada, cuando están en peligro 150 casas, más de 300 vecinos", lamentaba hace unas semanas Cortejosa, que agradecía la obra realizada por la salina El Estanquillo.

Además de esta actuación, el pasado verano también intervino Desarrollo Sostenible en la trasera de las viviendas para realizar una limpieza y retirar residuos y desechos que arrastra la marea y que se acumulan en el margen más cercano a las casas.