Black Man White Skin fue su primera mirada a África. Y también su carta de presentación en festivales en los que su trabajo empezó a ser cada vez más reconocido. Tras el exitoso debut llegó La manzana de Eva, donde abordó la mutilación genital femenina y sus consecuencias narradas en primera persona por algunas de sus víctimas.

Y con El camino –que se estrenará el jueves dentro del programa de actos del 24 de Septiembre– el realizador y productor isleño José Manuel Colón (Alquimista Producciones) cerrará una trilogía de documentales que profundiza en los dramas del sur, que insiste en esa enorme brecha que separa al mundo de los que no tienen nada de las sociedades más avanzadas y que aspira a remover conciencias simplemente contando las historias desde su origen y dándole voz a los que rara vez suelen tenerla.

El documental, que se proyectará por primera vez en los cines del centro San Fernando Plaza a las 20.00 horas, forma parte de un 24 de Septiembre que oscilará entre su dedicatoria al cine y los valores sociales que esta fecha histórica enarbola como seña de identidad desde hace años.

La obra, centrada en el drama de la inmigración desde los países africanos hacia Europa y en esa "frontera líquida" del Mediterráneo, llega tras dos años de trabajo y con varios meses de retraso a causa, irremediablemente, del Covid. Tras su estreno en La Isla, irá a festivales de cine como el de Huelva, el de Tarifa-Tánger o el que organiza las Naciones Unidas en torno a África. "Es ahora cuando empezamos a moverlo", aclara el director de San Fernando, que aceptó con gusto la propuesta de estrenar la obra en La Isla coincidiendo con la fiesta del 24-S y su dedicatoria al cine.

El camino es una obra dura, admite. El propio José Manuel Colón confiesa que su visión sobre la inmigración –a pesar de estar familiarizado con la realidad africana por sus trabajos anteriores– ha cambiado tras grabar el documental. La obra habla del problema desde dentro y desde sus orígenes, desde el corazón mismo de África en el que se inicia la ruta para llegar a España y a otros países europeos. Lo que solemos ver en los informativos –advierte el realizador isleño– se queda en las pateras que llegan a nuestras costas. Pero el drama empieza mucho antes.

"En el caso de un hombre perteneciente al África subsahariana 'el camino' tarda una media de año y medio. Si se trata de una mujer es mucho peor. Puede ser retenida, víctima de violaciones, de la prostitución... La media llega de 'el camino' para ellas puede llegar a ser de siete años y medio", apunta. "El porcentaje de éxito entre aquellos que emprenden la ruta es solo del 25% y hasta un 50% muere en el desierto". 

José Manuel Colón ha rodado en Nigeria, Ghana, Uganda y Mozambique, en los puntos de partida de la ruta de la inmigración africana; así como en los países 'de salto' –Marruecos y Túnez–y, por supuesto, en la meta de Europa: España, Italia...

También a bordo del Open Arms, desde donde se recoge el drama de esa "frontera líquida" que es el Mediterráneo. Ahí el equipo tuvo la oportunidad de grabar en primera línea el rescate de 44 personas, entre ellas dos niños de 10 meses y de 4 años de edad. Es –admite el realizador isleño– uno de los momentos más impactantes del documental. "Estuve con la cámara en la lancha de rescate durante las cuatro horas que duró el rescate", apunta Colón, que narra también los problemas con el gobierno de Malta que implicó y retrasó la operación. Horas más tarde se enteró de que otra embarcación que estaba próxima llegó a naufragar con 28 personas.