El futuro pasa por el I+D+I, o lo que es lo mismo: Investigación, desarrollo e innovación. Un camino necesario para avanzar en las nuevas tecnologías. Navantia ha aprendido la lección y ha apostado por el desarrollo de programas para mejorar sus construcciones navales con sistemas modernos, ajenos y propios. De la creación de esos sistemas se encarga la sección de Faba, la antigua fábrica de artillería, un departamento de ingeniería que nutre en buena medida a los buques que los astilleros de Navantia construyen para la Armada Española y otras armadas. El último proyecto, iniciado este mes de noviembre que ya expira, se centra en la creación de un simulador táctico para el adiestramiento de las futuras dotaciones de los submarinos S80, de los que se encarga el centro de trabajo de Cartagena. Hasta la base de submarinos de la Armada en esa ciudad viajará una vez desarrollado. Compartirá tareas con contratas como Indra -que se encargará de la dirección técnica del proyecto-, su filial SAES y Sainsel.

Faba, de hecho, ya está familiarizada con los sistemas del submarino de la serie 80, puesto que desarrolla el de combate tras conseguir en noviembre de 2005 el contrato para suministrarlo. La subcontrata Lockheed Martin proporciona los sónares y el proceso de señal acústica. Mientras que la sección de Navantia desarrolla el mando y control, la dirección de torpedos y el subsistema de navegación integra el resto de subsistemas de combate, como periscopios, guerra electrónica, radar o la dirección de la lanzamiento de misiles. Además desarrolla el conjunto de herramientas y aplicaciones gráficas del sistema de combate, que permite operar desde siete consolas, lo que reduce el número de operadores necesarios. Este trabajo ha motivado que en las instalaciones de San Fernando se haya creado un entorno de integración y pruebas, que reproduce el escenario real de la nave.

El simulador táctico que la Armada española ha encargado ahora se aprovecha de este trabajo. Es más, contará con equipos reales, idénticos en su funcionamiento a los sistemas instalados en los submarinos. Éstos se adaptarán para ser usados en actividades de adiestramiento. Aquellos que, por sus características, no pueden incluirse, serán sustituidos por simuladores que reproducirán de manera fiel el comportamiento de los reales. Navantia proporcionará dentro de este proyecto lo relativo a las funcionalidades del núcleo de combate, que completará con softwares de simulación del control de armas, de la navegación y del control de plataforma. Faba destinará hasta 15 de sus ingenieros en estos trabajos, desde la fase de especificación y diseño hasta las pruebas, lo que significan unos cuatro años de dedicación al simulador y se traduce en 45.000 horas de carga de trabajo, según los cálculos de la compañía.

Indra se queda con una parte fundamental del trabajo, la dirección técnica del diseño e integración de los sistemas de simulación, y con el desarrollo de los sistemas de simulación del periscopio, radar y equipo de defensa electrónica. También creará los escenarios tácticos, que fielmente reproducirán posibles operaciones, el lugar en que se actúa y el comportamiento de las unidades desplegadas. Todo ello se controlará desde un puesto exterior (a la sala que recreará parte del interior del submarino) que conduce la simulación y supervisa el ejercicio, y que al finalizar permitirá el análisis de la operación y la evaluación de las capacidades de los alumnos. Porque este simulador permitirá una buena formación en las dotaciones futuras de los submarinos S80, más avanzados que los actuales S70, con una reducción considerable de los costes que suponen los ejercicios de adiestramiento en el mar.

Por su parte la filial de Navantia SAES se centrará en los componentes de la simulación acústica. Su trabajo será conseguir que cada sónar -en este caso sus estimuladores- ofrezca una información realista, como si estuviera en una situación real y fuera captada por los sensores externos de una nave. Los ondas acústicas captados por el sónar virtual se corresponderán con la situación táctica que se haya organizado, por eso durante la simulación los ruidos de contacto con los objetos sumergidos o de los ruidos de fondo vayan cambiando dinámicamente.