Suena Bienvenidos en los pasillos del colegio Servando Camúñez y los niños, ya con sus mochilas al hombro, entran en clase a los sones del conocido rock and roll de Miguel Ríos. Hay globos y coloridas pancartas que dibujan el primer día de cole de un inevitable tono festivo. De eso se trata, claro. Y por lo general -a excepción de alguna que otra lágrima que derrama alguno de los más pequeñitos que todavía anda desconcertado- el clima que acompaña el regreso al cole y el reencuentro con los compañeros de clase es ilusionante y de lo más entusiasta. 

La escena del CEIP Servando Camúñez es prácticamente similar a la que se ha repetido hoy en la veintena de colegios que se reparten por todo San Fernando. Un total de 8.117 niños -de 2.212 alumnos de Infantil y 5.905 de Primaria- se han incorporado hoy a clase dando por iniciado el nuevo curso escolar sin que se hayan anotado incidentes de relevancia. Lo han hecho, por lo general, de manera escalonada y en una jornada de adaptación que ha servido de primera toma de contacto tras el paréntesis de las vacaciones de verano. 

La alcaldesa, Patricia Cavada, ha aprovechado la ocasión para trasladar a las comunidades educativas -ampas, equipos directivos, profesorado, personal de limpieza...- su especial implicación y esfuerzo -especialmente ahora en tiempos de pandemia- para que los niños puedan acudir a clase en las mejores condiciones y con la mayor normalidad posible. Incluso se ha referido a la necesaria "vocación" de los docentes que se ha puesto de manifiesto en ese plus que demanda la crisis sanitaria. 

Cavada, en este sentido, ha valorado también las mejores perspectivas con las que se inicia este nuevo curso escolar, que es el tercero que se ve condicionado por el Covid-19 pero al que se llega en una situación que nada tiene que ver con la de hace un año: con un alto porcentaje de vacunaciones, un reducido número de contagios y después de haber rebajado la alerta sanitaria al nivel 1 en el municipio, lo que alivia las restricciones vigentes y permite recuperar algo más de normalidad -no toda aún- en las aulas. 

"Nos hubiese gustado que pudiesen entrar sin mascarillas para verles las caras", apuntaba la directora del CEIP Servando Camúñez, Marisa Benítez, que aludía en este primer día de clases a la necesaria unidad de la comunidad educativa "para que todo funcione". Algo que, desde luego, se demostró especialmente en el pasado curso. 

El centro, ha precisado, arranca con las mismas restricciones del año pasado: mascarillas, grupos burbuja, entradas y salidas escalonadas.... Los niños -a excepción de los de 3 años que acaban de incorporarse- ya saben de qué va la cosa. "Están adaptados", explicaba en este primer día de colegio que siempre resulta especial en los centros educativos.