Oración en el Huerto

Ángeles para un jubileo dominico

  • La Hermandad de Santo Domingo celebra en su estación de penitencia los 750 años de presencia de su orden en Jerez.

No es éste un año cualquiera para los hermanos del Huerto. Al año jubilar que conmemora los ochocientos años de la fundación de la Orden de Predicadores, se suma el jubileo de los setecientos cincuenta que cumplen los frailes de hábito blanco y capa negra en nuestra ciudad. Casi nada al aparato, que diría el otro.

Con el lema tomista de "Contemplar et contemplata aliis tradere", o lo que es lo mismo, "Contemplar y dar a los demás lo contemplado", a las siete y veinte de la tarde se ponía en marcha un cortejo cercano a los ciento sesenta nazarenos con sus característicos colores blanco y negro, que este año, para evitar los parones indeseados de años anteriores, buscaba Larga, Bizcocheros, Caracuel y San Andrés antes de incorporarse a la Carrera Oficial.

 

Pocos minutos después, "Bless the Lord" ("Taizé, esa pequeña primavera", que decía el santo Papa Juan XXIII), magistralmente interpretada por la Agrupación Musical La Sentencia, hacía silencio entre el público a la salida del imponente paso que porta el momento trágico en el que el Dios hecho hombre, el Hombre que era Dios, se enfrenta a su momento supremo, el instante de la aceptación radical de la muerte como voluntad de Dios, magistralmente plasmado en el misterio al que dieran forma las gubias de Juan Luis Vasallo. Cuarenta almas, dirigidas un año más por Manolo Ballesteros (¡y van 35, oiga! De récord lo suyo, créanme), llevaban el Getsemaní de Jerez, que iba con un elegante y silvestre exorno formado por lecho de lentisco con flores silvestres que acentuaban, aún más si cabe, la belleza del conjunto, el cual estrenaba este año los faldones.

 

Por su parte, el bellísimo paso de la Virgen de la Confortación, acompañada de su Ángel Confortador, exquisitamente ornamentado con claveles, alhelíes y orquídeas blancas, hace su aparición a los sones de la Banda Sinfónica Municipal de Huévar del Aljarafe, que se estrena este año con la hermandad dominica. Comandados por tercer año por Juan Antonio García Gallego, hijo del recordado Diego García de los Santos "Gorrión", treinta hombres destilan esencia y saber costalero desde un templo tan mariano que nos hace mirar tanto a las marismas de Almonte con la Virgen del Rocío como a al Jerez medieval con la Virgen de Consolación. A reseñar la restauración de los varales de este palio y el estreno de un rostrillo para la Dolorosa, la cual porta este año la medalla de Oro de la Agrupación de Bomberos de Jerez en señal de acción de gracias de Pedro Serrano Duarte, hermano de la cofradía y Bombero Honorario de Jerez.

 

Destacó sobremanera, al regreso a su templo, el paso de la dominica cofradía por puntos del Jerez antiguo como Peones, Carpintería Baja y Tornería, calle esta última donde el misterio marcó a los sones de "La Trabajadera", "Madre mía" y "Reo de muerte" dejando momentos de sabor cofrade para no olvidar.

 

En el lado de los percances, señalar que a la Virgen de la Confortación se le descolgó el medallón del techo de palio cuando entraba por la calle Bizcocheros. Fue necesario que un costalero subiera al paso para retirar dicho elemento decorativo.

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