Diario de Pasión

Cristo Rey entra triunfante en Jerez

  • La cofradía de San José retrasó 45 minutos su salida hasta tener certeza de que no le llovería

DÍA de enormes incertidumbres, un año más, a cuenta de la climatología y va... Cuánto echamos de menos esos domingos de Ramos en los que el sol primaveral decía 'aquí estoy yo' y calentaba el ambiente, sobre todo el anímico. Eran otros tiempos y hoy por hoy toca lo que toca. Once, con esta doce, semanas santas en las que doña borrasca no da tregua. Ayer la cofradía decidió retrasar su salida, como casi todas sus hermanas de jornada, 45 minutos. Hechas las comprobaciones meteorológicas se echó a la calle, con la idea de recuperar tiempo a lo largo de su estación de penitencia.

La tarde empezó a oler y a saber a Semana Santa por la Escuela de San José. Esta localización es ineludible en Jerez, donde Jesucristo subido en su borriquita abre el camino a todas las que seguirán su estela hasta el Viernes Santo. Es un día de fiesta por la Porvera; de alegría y de estreno de una nueva semana Santa.

Como es habitual, el cortejo de la cofradía fue espléndido, cuajado de rubias palmas en el tramo del Señor, que inquietas se movían en las manos de los nazarenitos lasalianos, transmitiendo el mismo sentir de los que bajo del antifaz daban los primeros pasos de esta Pasión según Jerez. Todo estuvo en su ser normal, como siempre ha sido por la Escuela de San José, con su gentío en ese mismo patio donde se cultiva una buena savia cofrade que se transmite de generación en generación con el carisma lasaliano como seña de identidad.

El hecho de que sea una hermandad con un carácter más alegre o menos estricta, no quita que el esmero en organización, coordinación y cumplimiento esté siempre muy presente en la cofradía. Más aún. Llega hasta la interpretación que se hace en la calle donde la hermandad sigue un rumbo marcado por el clasicismo, sin estridencias y concesiones que buscan al aplauso fácil o el halago de parte de los que no saben de esto. Indagan sobre todo en buscar la satisfacción interna y cumplir como marca la obligación hacer penitencia. Antes de dar paso a la cera blanca que nos presenta el tramo del palio, Cristo Rey entró triunfante en Jerez, siempre de frente, valiente y con el compás que regaló La Victoria de la ciudad de León que antes de que asomara el dorando por la puerta de la capilla entonó 'Lamento', enlazando con el himno nacional y dando salida con 'En el nombre del Padre'. Selección de composiciones clásicas que también oímos tras el palio, con la novedad de la municipal de Rota, definida en el mundillo cofrade como un 'bandón', que no se salió del guión establecido tocando 'Estrella Sublime' en el patio que da salida a San Marcos donde sonó otra marcha de las clásicas: Corpus Cristi. En este tono fue todo el repertorio, combinando lo alegre con lo más fúnebre pero sin ir más allá de ese marco de lo clásico y muy bueno. Clásico, bueno, riguroso y formal, como el mismo espíritu que los cofrades de La Salle nos enseñaron su Domingo de Ramos con La Estrella esplendorosa en su palio y luciendo por segundo año el manto de su cincuentenario.

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