Domingo de Ramos : entrada triunfal

La Estrella abre Jerez a la Pasión

  • Del mismo modo que las demás, la de La Borriquita retrasó la salida para evitar riesgo de lluvias

Borriquita de Jerez

A pesar de una mañana plena de incertidumbres por el tiempo, los ánimos estaban muy altos entre los cofrades de la Escuela de San José pese a no ser el Domingo de Ramos deseado. Sin embargo sabían que La Estrella no se quedaría en casa, porque estaba tan radiante que el sol sobraba a la hora de la celebración de la misa de palmas entre los naranjos del patio colegial. Desde las dos de la tarde, más o menos, el cielo empezó a romper la monotonía grisácea dejando paso a muchos huecos celestes. La mañana fue intensa dentro de la capilla con centenares de personas que se acercaron a ver los pasos y reeditando unas de las estampas más clásicas del Domingo de Ramos. Y es así porque La Borriquita es esencia misma de la Semana Santa.

Cerca de 900 papeletas de sitio ha expedido la hermandad. En fila, más de 600 entre ellos 161 nazarenitos formando el grupo de los pavitos, como se conoce en la jerga cofrade. Pero en marzo no hay alegrías meteorológicas que duren y a eso de las tres de la tarde, las nubes tomaron más protagonismo justo en el momento en el que el Consejo anunciaba el retraso de una hora en las salidas.

La cofradía expidió unas 900 papeletas de sitio, formando el cortejo más de 600 nazarenos

Así, con ese tiempo de más se organizaba la hermandad hasta la hora en la que todos empezaron a abandonar la intimidad de la capilla y el patio del colegio camino de la calle para dar escolta a Cristo Rey y a La Estrella. Las rubias palmas de los nazarenos del misterio se movían nerviosas, temblor transmitido por las pequeñas manos de los infantiles que no dejaban de moverse, mirar y caminar presurosos. El retumbar de los tambores sonaron a gloria y más cuando las cornetas entonaban las marchas previstas para la salida por la banda del Cautivo de Málaga. El paso del Señor presentó una nueva imagen que casi completa la reestructuración del misterio. Se trata de un hombre judío arrimado a la palmera, proyecto que, por supuesto, mantiene la palmera, creada por Miguel Pérez Carrillo. Rosas rojas rodeaban el canasto que reproduce los pórticos de la Cartuja.

El patio, lleno de público como es costumbre, la plaza trasera de San Marcos más llena todavía y gran expectación junto a unas enormes ganas de Semana Santa. La Estrella iba preciosa en todos los aspectos. Desde su palio azul y oro fue dejando bocas abiertas e invitando a oraciones silentes pero delatadas en las miradas. Rosas blancas y de pitiminí para la dolorosa de Sebastián Santos que a buen seguro estaba en la mente de un veterano cofrade lasaliano, Fernando Molero, que después de 50 años haciéndolo no ha podido vestir la túnica por enfermedad. Sonó Estrella Sublime y la emoción salía de los adentros de cada hombre, mujer, niño y niña que presenciaba el arranque de la Semana Santa.

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