Diario de Pasión

Final por la puerta grande

  • Tarde agradable con temperaturas que siguieron la tónica habitual del frío de estos días · Hubo mucha animación en las calles, sobre todo al inicio de la Carrera Oficial, acorde con lo que es el Viernes Santo

El Viernes Santo nos dejó un magnífico sabor con buen ambiente en las calles, día totalmente soleado, algo poco usual en esta jornada, que se lleva la palma como el día más inestable, y con bastante frío. En lo cofrade hubo más claros que oscuros, afortunadamente. Las cinco hermandades que salieron a las calles nos ofrecieron los mejor de sí mismas, cada una de ellas con sus propias identidades lo que supuso poder disfrutar de diferentes estilos que crearon un Viernes Santo cargado de emociones y sentimientos, silencios y sonidos, pero asimismo de momentos tensos y también de pesar.

exaltación

A las cuatro de la tarde la Exaltación y todo un barrio puso de manifiesto su adhesión cofrade. Eso tuvo un claro reflejo en una salida procesional que tanto a la ida como a la vuelta a la Vid marcaron los instantes más importantes de la hermandad. El Viernes Santo para la Exaltación fue espléndido en todos los sentidos pero sobre todo con la fuerza con la que ponen los cofrades ‘viñeros’. Todo acababa sobre las 2,30 de la madrugada con un enorme entusiasmo, con la música dedicada a la Concepción Coronada.

cristo expiración

Entre tanto y en otro barrio, otra cofradía ponía en la calle su Cruz de Guía bajo un sol potente y en una tarde de ternos oscuros y galas para la ocasión. Es la estampa más clásica de la Semana Santa de Jerez, la del crucificado de San Telmo con su melena al viento, con sus genuinos cargadores y con un estilo indeleble. Y junto a todo lo que es consustancial al Cristo, las constantes muestras de un marianismo absolutamente potenciado desde que se produjera la coronación canónica de la Virgen del Valle. A la hora de costumbre y con las clásicas maniobras para salvar el dintel de la puerta, la cruz de plata y la vela que ampara al Cristo dejaron la ermita para plantarse en los medios de la plaza con el calor popular que acompaña este instante. Fue un día de luto para la gente de San Telmo por el fallecimiento de Antonio Merino, un cargador del Cristo y cofrade que dejó este mundo vestido con su túnica del Santo Crucifijo cuando se dirigía a San Miguel. Un mazazo tremendo para la amplia familia Merino que tanta conexión tiene en la hermandad de la ermita. Como gesto, su sitio bajo el Cristo se quedó vacío. La ‘flamenca del manto rojo’, como la piropeó el genial Antonio Gallardo, se hizo a la calle tras la complicada maniobra de sacar el palio por la estrecha puerta de la ermita, todo rematado por el himno nacional y sin que faltara el himno de la coronación canónica que fue interpretado y cantado no sólo en la salida sino que se repitió en varias ocasiones como a la llegada a la Puerta de Sevilla donde una espectacular petalada recordó aquellos años previos a la coronación donde esta ineludible cita con El Valle se constituía en toda una implícita reivindicación de lo que ya sucedió.

loreto

Por su parte, el Loreto nos dejó magníficas sensaciones de hermandad clásica que inspira recogimiento y que regala sensaciones de buen gusto y de un estilo que va consolidando a pasos agigantados. El cambio de túnica, la rectitud de un cortejo que deseamos que poco a poco vaya siendo más amplio, un paso al que se le gana el máximo y una Virgen que en su forma de vestirla y de presentarla cada Viernes Santo no sigue proporcionando una estampa de cofradía clásica que afianza sin reparos su propio estilo. La música de capilla fue el complemento perfecto para disfrutar del paso de la hermandad.

soledad

La Soledad fue grande en todo momento, desde su salida hasta que pasada las dos de la madrugada rindió su salida procesional. El cortejo fue en todo instante ordenado y muy participado. Y un año más nos sigue llamando poderosamente la atención cómo es posible que Jesús Lineros y sus hombres, este año más de un centenar, sean capaces de mover y llevar con elegancia e incluso con un caminar solvente la tremenda mole que es el paso del Descendimiento. Puntual, la Cruz de Guía rompió la masa de público que se agolpó en la Victoria. El misterio salió con la música del Réquiem para empezar un recorrido en el que su entrada en las calles más estrechas supuso la reedición de un espectáculo cofrade sin igual. Y tras el Descendimiento, La Soledad en toda su enormidad y en su palio pleno de encantos y que anduvo de maravilla con sabiduría en el llamador y bajo las trabajaderas y con un repertorio musical muy escogido y extremadamente adecuado. En este recuento de bondades, hay que incluir a la banda del Nazareno de Rota que un año más dio claras muestras tanto de calidad, repertorio extenso y buenas formas de estar en la calle. La Soledad jugó un papel fundamental en la brillantez del Viernes Santo.

santo entierro

La hermandad del Calvario fue un contrapunto excepcional en esta jornada. El mejor epílogo no sólo al Viernes sino también de la Semana Santa en su totalidad. A la Piedad, le correspondió el honor de cerrar la semana pasional recogiéndose con un considerable retraso –3,45 horas de la madrugada– y con la negativa renta de una tarde y noche sumamente complicada en el aspecto costalero, que fue lo que seguramente provocó el desajuste en sus horarios.

Esta hermandad tiene que hacer algo de forma urgente para poner fin a lo que casi todos los años se viene repitiendo y que este año tuvo su punto más álgido con el paso de la urna que tuvo muy serios problemas prácticamente desde que salió pero que se agudizaron a su llegada la Catedral y en el regreso a su templo.

Esta hermandad por su historia y por lo mucho que representa, además del estilo que pone en la calle, no puede permitirse este tipo de problemas que trascienden el ámbito de la hermandad y que se convierte en el comentario más generalizado de la noche, como así sucedió antes de ayer donde las alarmas se encendieron en todos los círculos cofrades. Esa recogida no estuvo nada acorde con lo que seguramente desean los dirigentes de la hermandad, con voces de ánimo en el entorno del paso que desentonaban con el espíritu que se quiere para la hermandad Santo Entierro.

Al margen de esos episodios, que seguimos alentando a la gente del Calvario a corregir de forma urgente, la hermandad tuvo una puesta en escena excelente con el paso de La Piedad que reinó en unas andas en las que se volvió a ver el duelo al completo, una estampa que sigue engrandeciendo la genuina estética cofrade que se cultiva en esta tierra, aquella que supo rescatar la hermandad y que permanece para mayor fortuna de todos los que apreciamos lo que es auténtico en Jerez y en su patrimonio cofrade.

La parte oficial del recorrido, la que se inicia en San Juan de Letrán, contó con 22 representaciones incluyendo las de las hermandades de Gloria. En pocas palabras faltaron muchas, lo que no se entiende demasiado bien si realmente está vigente el compromiso del pleno de hermanos mayores.

También asistió el obispo diocesano acompañado por el delegado de hermandades y del presidente de la Unión de Hermandades cuyo consejo también formó al completo.

Tras el paso de la urna de vieron varias representaciones no religiosas, como la de la Armada Española representada por el contra almirante de la Flota y hermano de la cofradía que se ocupó de llevar el banderín de Castilla, el Colegio de Abogados, y la corporación municipal con la presencia de concejales del PSOE y del PP encabezados por la alcaldesa de la ciudad. El palio llevó la música de la banda de la Fundación mientras que la urna sólo llevó una escuadra de tambores a los que mínimamente sólo se le podía exigir llevar chaquetas y no un jersey como prensa de ’gala’ cuando la cofradía ha venido pidiendo a las representaciones que vistan el chaqué, algo que sí hizo el Consejo y los integrantes de algunas de las representaciones que asistieron.

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