Viernes Santo | Semana Santa Jerez 2021

Jerez adoró la cruz de Cristo y la belleza de María

  • Las hermandades del Viernes Santo reciben largas colas de devotos repartidos entre el Calvario y ‘El Campillo’

El Cristo de la Expiración junto a la Virgen del Valle y San Juan en la ermita de San Telmo.

El Cristo de la Expiración junto a la Virgen del Valle y San Juan en la ermita de San Telmo. / Miguel Ángel González (Jerez)

Jornada del Viernes Santo con muchos devotos y cofrades en la calles desde primera hora de la mañana acudiendo a los templos de las hermandades que deberían de haber hecho estación de penitencia en la solemnidad donde se celebra la muerte del Señor. Cinco corporaciones señeras que tuvieron a las puertas de sus templos grandes colas de espera para estar, si acaso, unos segundos ante las imágenes titulares. 

En el Calvario la jornada se iniciaba a las once y media de la mañana. La Señora del Calvario, la Virgen de la Piedad, estaba espectacularmente bella con su manto ‘isabelino’ que le regalara la reina Victoria Eugenia y que “generalmente no se ve en todo su esplendor al ser una pieza que se le pone siempre en el camarín y no puede verse por detrás”, comentaba su hermano mayor Enrique Espinosa. Una delicia en el centro de la capilla acompañada de San Juan y de María Magdalena. Al fondo, el Señor Yacente. Y a un lateral el Cristo del Calvario. No cabe más arte y belleza en dimensiones tan limitadas.

En el barrio de Las Viñas también ha sido una jornada ajetreada desde primera hora de la mañana. A pesar de haber tenido expuestos a sus imágenes durante toda la Semana Santa, el Señor de la Exaltación y la Virgen de la Concepción tuvieron el honor de recibir a cientos —quizá miles— de devotos que se agolpaban en los alrededores de la iglesia parroquial en un acto de veneración que ya es histórico en la historia de la hermandad.

En la Victoria, la Madre y Señora de la Soledad se encontraba bellísima con un manto liso morado cedido por la hermandad de la Buena Muerte. El suyo de salida se encuentra restaurándose actualmente. La candelería estaba situada ante su imagen para iluminar su rostro sereno. Y al fondo, el impresionante conjunto escultórico del Sagrado Descendimiento que tallara el genial don Luis Ortega Bru. Una cita que congregó también a cientos de jerezanos y que fue original y extremadamente bello.

La Santísima Virgen de Loreto también se encontraba expuesta a los fieles en San Pedro. La imagen titular de los cofrades del Viernes Santo es una joya más de esta jornada. Se encontraba especialmente hermosa ante sus fieles ocupando el lado derecho del altar mayor de la iglesia parroquial.

Y en San Telmo una maravillosa promesa jerezana que forma parte inseparable del Viernes Santo. El Santísimo Cristo de la Expiración sin su tradicional vela y en un calvario maravilloso junto a la Virgen del Valle y San Juan en una tripleta estrella. Las saetas de Manolo Cantarote o Luis Lara, entre otros muchos, se fueron desgranando entre las grandes colas que durante toda la jornada se han venido formando y que llegaban hasta la intersección de las Puertas del Sol con la Plazuela.

Un Viernes Santo único y para recordar. Un último capítulo a falta de la Sagrada Resurrección.

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