Mañana cofrade en cristina

El Nazareno recibe a sus nuevos hermanos

  • San Juan de Letrán y Santo Domingo acogen los primeros actos del Jueves

El comienzo de la jornada de Jueves Santo concurría en la mañana de ayer alrededor del mismo punto del centro, la Alameda de Cristina. Santo Domingo y San Juan de Letrán abrían sus puertas y daban comienzo a los tradicionales actos del día que culmina con la muerte de Cristo.

En torno al mediodía, la iglesia de la Hermandad de la Oración en el Huerto acogía el íntimo acto en el que todos los años se reza por los hermanos que han fallecido y no pueden acompañar a su Señor por las calles de la ciudad. Esta vez, el acto tuvo un tono más emotivo al conmemorar la memoria Francisco Martínez ‘Sacrificio’, hermano honorario de la Hermandad que durante muchos años controló el llamador del paso de palio de María Santísima de la Confortación y falleció a finales del año pasado. El hermano mayor del Huerto, José Manuel Medina Lechuga, recordó su trabajo y su lucha por la corporación y entregó a su hijo, Pepe Martínez, un cuadro en el que aparecían las dos imágenes de los titulares de la cofradía y una placa conmemorativa dedicada a su padre.

Justo al otro lado de la Alameda de Cristina, la Hermandad del Nazareno comenzaba minutos después los oficios de Jueves Santo. El acto comenzó con una misa oficiada por el sacerdote Francisco Tejerizo donde su homilía instó a confiar más en Dios y Jesús y menos en los partes meteorológicos para procesionar junto a Jesús Nazareno. Acabada la misa, el hermano mayor de la corporación, Raúl Castaño, dio paso a la entrega de medallas a los nuevos integrantes de San Juan de Letrán.

Al frente de los titulares de la cofradía, el secretario del Nazareno, Froilán Solís Merino fue llamando a los 48 nuevos hermanos que ayer recibieron su medalla de la hermandad, la mayoría bebés y pequeños acompañados por sus padres, como el caso de Samuel Molero, con apenas un mes de vida. Con estas nuevas incorporaciones, los hermanos de la corporación jerezana ascienden hasta casi 1.400 personas. Después de dar la bienvenida a los nuevos, fue el tiempo de conmemorar a los que más años llevaban junto a la Señora del Desamparo. Dos fueron los diplomas que se entregaron a los hermanos que cumplían 75 años en la Hermandad y hasta 27 a los que le acompañan desde hace 25 años.

La mañana en San de Letrán terminó con un sentido homenaje de Raúl Castaño a Antonio Jiménez Tamayo, “hermano mayor perpetuo que dio todo por la Hermandad durante su vida” y recientemente fallecido. Para conmemorar su memoria, la junta de gobierno del Nazareno decidió renombrar la sala donde se exponen los tributos de la Hermandad, bautizándola ‘Salón hermano mayor perpetuo Antonio Jiménez Tamayo’.

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