El santuario de María Auxiliadora abría ayer sus puertas para acoger por noveno año consecutivo una de las estaciones de penitencia más especiales. Los 75 alumnos de Infantil (3, 4 y 5 años) del colegio salesiano Manuel Lora Tamayo se transformaban en una auténtica cofradía con todas las de la ley: cortejo, insignias, mantillas, acólitos, cargadores, banda, capataz y maniguetas. En este caso, la hermana mayor de la corporación fue la profesora de este curso, Ana de Agustín.

Toda la comunidad educativa del centro, compuesta por 1.000 alumnos aproximadamente, celebra desde hace nueve años esta cita cofrade en la que las líneas de Infantil se sienten completamente protagonistas. Acompañando a los pequeños, por supuesto, tampoco faltaban los familiares de los pequeños, a los que el centro abrió sus puertas para que le acompañaran durante todo el recorrido que hace la cofradía.

"Se trata de una constante unión con la hermandad de La Redención", explicaba el profesor Juan Luis Aguilar. Prueba de esta gran familia formada por el centro salesiano y la cofradía de María Auxiliadora es que en las pequeñas molías y camisetas de los costaleros aparecía bordado el nombre de 'La Redención'.

Durante un mes, más o menos, se llevan los pequeños preparando esta procesión. "Son las profesoras las que ponen una lista con el número de nazarenos, mantillas o costalero y las madres van apuntando a sus hijos en función de qué papel van a desempeñar", mencionaba Aguilar.

La intención de esta procesión fue, desde su salida por el santuario de María Auxiliadora, el recorrer todo el centro, desde las clases de Infantil hasta las de los distintos ciclos superiores que se ofertan en el centro salesiano.

Además, como actividad complementaria en la Semana Santa, los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, exponen en la Sala don Bosco hasta 97 pasos en miniatura, realizados por ellos mismos en relación a la asignatura de Plástica. Nada más entrar en este aula, el olor a incienso se apodera de la escena y auténticas obras de arte en miniatura se disponen en cuatro largas mesas que acogen el centenar de creaciones, además de algún que otro penitente.

Sobre todo, en esta exposición destaca la originalidad, como en una procesión que evoca la cofradía al completo del misterio del Prendimiento, donde los penitentes están realizados utilizando de base uñas postizas y el tradicional olivo del misterio no es más que un estropajo que se utiliza para lavar los platos.

Entre estas 'imágenes titulares' se pueden observar desde santos de escayola reconvertidos para la ocasión, como una Virgen del Rocío, hasta muñecas Barriguitas a las que se ha transformado en María gracias a la confección de una saya y un manto. En algunas creaciones destacan sobre todo la cuidada realización de los respiraderos de algún misterio, con granos de arroz o pasta, todo un 'art attack' versión cofrade. Incluso algún estudiante ha querido hacer un homenaje a su hermandad, como en el caso de una alumna que se ha realizado a sí misma ataviada con la vestimenta de la hermandad de La Coronación, escudo incluido.

Esta actividad también se enmarca dentro de la colaboración constante entre la hermandad y el centro. Aguilar explicaba que "en un futuro, la idea es tener unos moldes con los titulares de la cofradía y que cada uno realice su propia creación de los pasos. Sin embargo, hasta entonces es un gusto ver lo bien que se lo pasan haciendo este tipo de actividades".