Problemas y deserciones bajo el paso de Humildad y Paciencia

Sabor agridulce el que les ha quedado a los cofrades de la Hermandad de Humildad y Paciencia en su segunda salida en el Martes Santo. Cuando se cerraron las puertas de La Trinidad a las 22,30 horas, los rostros de los responsables de la cofradía reflejaban la pesadilla que habían dejado atrás por los graves problemas que tuvieron con los costaleros, que sin duda les aguaron lo que prometía que iba a ser un día grande para una cofradía que estrenaba su paso. Precisamente, en las dimensiones de ese paso, más grande que el anterior, el peso del monte tallado sobre el que va la imagen, el calor y -esto no lo menciona la hermandad- las deserciones producidas en la cuadrilla fueron las circunstancias que provocaron tan delicada situación.

Fue la comidilla del Martes Santo en la calle, las dificultades que estaba atravesando la cofradía para que su paso fuera en condiciones. Esos mismos comentarios señalaron que hubo que reorganizar a la gente de abajo metiendo a 'voluntarios' e incluso ayudando desde afuera a que las patas no tocaran el suelo. El hermano mayor, José Bellido, consultado por este medio, reconoció que el origen de todo está en el peso del nuevo paso, que calza 28 hombres y para el que había hasta dos cuadrillas; añade también el considerable peso del monte tallado que simula una peña pedregosa.

Otro factor fue que el paso llegó apenas 14 días antes de la Semana Santa, por lo que no pudieron hacer más que un ensayo, a lo que se suma que la cofradía no tiene parihuela de entrenamiento. Y para rematar, este año se usó el costal como forma de carga tras haberlo hecho siempre con la collera.

En la Alameda Vieja se agudizaron los problemas que ya venía arrastrando desde algunas calles atrás. Pese a todo, el hermano mayor, aún con el disgusto en el cuerpo, evaluaba la salida como perfecta excepto en la parte de costaleros, "este ha sido el único lunar. Cuando empezaron a ponerse de manifiesto todos los problemas fue cuando nos descompusimos y se nos metió el miedo en el cuerpo". Bellido promete tomar medidas para remediar todo, tanto la cuestión del peso como lo que pasó con los costaleros.