El Transporte

La cofradía mercedaria vuelve a tomar su calle

  • El Transporte realiza una soberbia estación de penitencia en una tarde inigualable

LOS alrededores de la Basílica de La Merced son un hervidero cuando faltan pocos minutos para las cinco y media de la tarde. Hay ganas, muchas ganas de Semana Santa. La expectación se palpa en el ambiente cuando se abren las puertas de la Basílica y aparece en el dintel la Cruz de Guía de la Hermandad del Transporte, murmullos de emoción se elevan a medida que el cortejo, de inmaculado blanco mercedario, va formándose en la calle y abandonando lentamente el templo que es casa de la Virgen Morena que vela por este Jerez de nuestros amores camino de la calle Merced, recuperada este año en el itinerario de la cofradía mercedaria. Atrás queda esa castiza calle Nueva.

A los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Cádiz, poco a poco va viendo la luz de esta tarde luminosa del Domingo de Ramos el paso de Nuestro Padre Jesús del Consuelo en el Desprecio de Herodes, con su clásico exorno de claveles rojos. La cuadrilla de 50 costaleros mecen con mimo y suave amor a este soberbio y barroco paso de misterio durante el desfile procesional, mientras el público premian su esfuerzo en el barrio, en Carrera Oficial, en las angosturas de las calles del Centro histórico (¡qué momento el de Carpintería Baja!), en su nuevo recorrido de vuelta por el barrio de San Marcos o en la recogida, donde su barrio se vuelca de forma plena con la Hermandad.

Tras la salida de Nuestro Padre Jesús del Consuelo, es Madre de Dios de la Misericordia, la imagen de soberbia belleza que tallara Sebastián Santos, quien despierta, en su originalísimo paso de palio, plegarias encerradas en piropos a su belleza, resaltada aún más sobre un exorno de orquídeas.

Un año más es la Banda de Música de Nuestra Señora de la Soledad de Cantillana (Sevilla) la que la se encarga de poner la nota musical a este afán costalero que se derrocha por Merced y Ancha. A medida que va avanzando la tarde y la Hermandad cumple con rigor su entrada en Carrera Oficial y encara con sobriedad y majestuosidad su vuelta al templo mercedario, este año con la novedad del paso por San Marcos, Francos y Plaza de San Juan en el recuerdo de éste que suscribe, la figura de Diego Conde, el eterno director de Cofradía, y del Padre Jesús Fernández de la Puebla, que hoy seguro que habrán vuelto loco a todo el cielo avisando a todo el mundo para que se asomen al balcón, que su Transporte está en la calle.

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