Cofradías

225 años de Defensión con aires cartujanos

  • El Santísimo Cristo de la Defensión acudió a sus orígenes en el monasterio de la Cartuja

  • Tras la celebración de la Eucaristía la imagen regresó al convento de Divina Pastora

El Cristo de la Defension saliendo de la iglesia de la Cartuja.

El Cristo de la Defension saliendo de la iglesia de la Cartuja. / Pascual (Jerez de la Frontera)

En la jornada de hoy se cumplían los 225 años de la bendición del Santísimo Cristo de la Defensión. Una bendición que tuvo lugar hace más de dos siglos en el monasterio de la Cartuja y que estuvo oficiada por el padre prior de la comunidad de monjes de San Bruno, Nicolás de Hoyos. Vino la portentosa imagen desde Valencia para ser depositado en el embarcadero cercano a la Cartuja donde arribaban los barcos a través del río Guadalete. A todos debió de dejarles deslumbrados cuando se abrió la caja y aparecía tan impactante imagen de Cristo muerto en la cruz. La imagen fue bendecida en el monasterio y posteriormente fue trasladada en procesión hasta la ciudad de Jerez, concretamente al convento de los frailes menores Capuchinos como titulares del pedido al insigne escultor José Esteve Bonet.

Así lo cuentan los crónicas. La hermandad de la Defensión que actualmente ofrece culto y veneración a la imagen cristífera como titular de la corporación, ha querido emular aquel momento aquel momento histórico de la ciudad de Jerez. Y hasta allí fue el Señor portado por sus hermanos el pasado domingo.

En la jornada de hoy se celebró la Eucaristía que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, José Mazuelos Pérez, El Santísimo Cristo de la Defensión se encontraba en la parte derecha del templo, mirando al Santísimo Sacramento. Se quiso aprovechar de la celebración que centra cada día la vida monástica de la Hermanas de Belén, que viven su vocación en oración secreta, en silencio y en soledad. Como desde hace siglos vienen haciendo los monjes de la orden cartujana.

Hubo cierto público en la fachada principal de la iglesia de Santa María de la Defensión congregado para ver la salida del Santísimo Cristo. De nuevo, y ante un importante cortejo de cofrades de la seráfica hermandad, el Señor volvía a aparecer por el dintel de la puerta para dirigirse hasta el imafronte que lograra diseñar el arquitecto jerezano Andrés de Ribera en el siglo XVI.

Puerta de los arcángeles

Por todo el patio de acceso que separa la iglesia del arco de entrada, el Santísimo Cristo de la Defensión fue avanzando poco a poco mientras el atardecer se se hacía presente. Pronto llegarían las tinieblas que sólo pueden ser derrotadas bajo la imagen de Cristo crucificado. Pocas veces mejor representado que en esta imagen que ocupa una de las más altas cotas de la imaginería religiosa de la ciudad. A un lado fue quedando la capilla de Caminantes con su arquería maravillosamente irregular.

Y poco a poco, el Señor llegó a la denominada puerta de los arcángeles más allá del arco de entrada para desaparecer ante la vista de los muchos congregados. La hermandad franciscana ha vivido un fin de semana de grandes sensaciones. Siendo sus hermanos verdaderos custodios de esta joya que ahora cumple dos siglos y cuarto de bendición y belleza. Enhorabuena a la hermandad. 

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