El pasado Miércoles de Ceniza se organizó el clásico besapiés a la imagen del Santo Crucifijo de la Salud. Si era clásica la imagen de José de Arce en la capilla sacramental, desde la llegada como párroco a San Miguel de Manuel Lozano Jiménez, se cerraba este histórico lugar para organizar el besapiés en la nave del Evangelio. Este año, el párroco daba un paso más allá y acordonaba la zona para que los fieles que entraran para besar el pie del Santísimo Cristo no pudieran acceder a la zona de la nave central y nave de la Epístola, abriéndose como única puerta de entrada al templo la que da a la calle San Miguel. Muchos cofrades y devotos se quejaron de esta circunstancia al no poder contemplar en su integridad el magnífico templo del  gótico ya tardío.

En este sentido, y ante las quejas de muchos cofrades y fieles, la  hermandad del Santo Crucifijo ha emitido un comunicado público en el que se afirma que “la hermandad es ajena a la colocación del cordón que delimitaba el paso a la nave central”.

Asimismo, también se ha hablado de la idoneidad de colocar mosquetones taladrados en las columnas de un templo histórico al que se le debe de tratar con sumo cuidado.

Siguiendo con esta polémica que ha sido muy comentada entre los cofrades de la ciudad, según comentaba el conocido cofrade Luis Cruz de Sola en un artículo firmado por él, el mismo párroco ha avisado que “ya se verá dónde se coloca el solemne besapiés año que viene”.