Diario de Pasión

Una joya de Paz rejuvenecida

  • La Coronación presentó al Jerez cofrade su Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción restaurada

La Coronación / MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ

Más bonita no pudo llegar a la Catedral. Su semblante blanquecino y su mirada baja le daban un realce muy especial. Los cofrades de la hermandad de la Coronación disfrutaron tanto o más que cualquier otro Domingo de Ramos. Pero el de ayer fue muy especial. María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción acompañaba a sus hijos de túnica blanca y antifaz negro hasta la Catedral jerezana para hacer la estación de penitencia. La Santísima Virgen llegó el pasado mes de diciembre desde los talleres de Cristina Espejo y Pepa Segura. Como es habitual en estas dos profesionales de S&S Restauraciones, la imagen ha quedado impresionantemente bella. Y así lo afirmaba su hermano mayor Francisco Rodríguez cuando aseguraba por la mañana que "es el mejor estreno que podemos sacar este año: A nuestra Madre totalmente restaurada para un buen puñado de años".

El paso de misterio inició su andar clásico, con esa personalidad y elegancia que le atesora cuando ya estaba adentrada la tarde. Un paso de misterio llevado a cabo en los años ochenta por Manuel Guzmán Bejarano y del que no parecen pasar los años. Su pan de oro es característico, con un tinto muy particular y muy de Albarizuela.

La cofradía estrenaba dos banderas obras del bordador jerezano Ildefonso Jiménez

Dos hermanos portaban las dos banderas que la cofradía estrenaba este año. Por un lado la bandera de la hermandad y, de otro la bandera concepcionista. Ambas obras llevadas a cabo por un bordador del barrio como es Ildefonso Jiménez. Todo debe y tiene que quedar en casa y sería una insensatez que la cofradía encargara proyectos de este tipo a un taller distinto al que tienen a su vera, comandado por un maestro de los bordados como es Ildefonso.

Otro jerezano, el orfebre Antonio García Falla, ha restaurado las jarras del palio de la Señora y, las seis primeras filas de la candelería que ilumina ese rostro de nácar y dulzura.

La hermandad de la Coronación volvió a sacar a las calles de Jerez en la jornada del Domingo de Ramos una elegancia y una prestancia clásica. Un sabor muy jerezano. Una cofradía con calado y sello propio. Un cortejo abrochado con unas preciosas túnicas, un misterio que es una de las obras más importantes de Álvarez Duarte y un palio que es una delicia. De esos que se dicen que si le quitas un clavel de un costero se cae para un lado por el equilibrio que mantiene. Y una Virgen que es Paz serena y belleza sin igual.

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