En la Semana Santa de Jerez salen un total de 28 pasos de palio. De este número, hasta 25 van acompañados por marchas procesionales. Con lo cual, el porcentaje de palios que van en silencio es mínimo en comparación con el número total. Curiosamente, los tres palios sin música se concentran en la misma jornada. La Madrugada son tres los palios que prescinden de la música. Conocidos por los cofrades como son el de Nuestra Señora de la Encarnación, María Santísima de la Esperanza y Nuestra Señora del Dulce Nombre.

El resto de palios llevan su estilo propio. Algunos con marchas más alegres como son los casos de cofradías como la Sagrada Cena o la Esperanza de la Yedra mientras que otros mantienen un detallado número de marchas denominadas como lentas o fúnebres. Por poner algún ejemplo de este estilo, Nuestra Señora de los Dolores que ha sido la última en apuntarse a la lista de palios con música, en una decisión que ha sido aplaudida por la práctica unanimidad de la hermandad de San Lucas o la hermandad de la Vera Cruz que siempre lleva un selecto repertorio.

Cinco han sido las cofradías que esta Semana Santa han decidido cambiar de bandas para sus palios. En el capítulo de cambios de bandas que acompañan a los palios han sido cinco las cofradías que han decido con lo que equivale a un 20 por ciento de las hermandades con música. Concretamente la banda del Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María deja Salud y Esperanza y sale el mismo día en el Desconsuelo mientras que la banda de la ‘Virgen de las Angustias’ de Sanlucar la Mayor irá tras el palio de la hermandad de la Clemencia. Por su parte, la Banda de Santa Ana de Dos Hermanas irá con la Esperanza de la Yedra, ‘Palomares’ irá tras el palio de la Paz en su Mayor Aflicción y banda ‘Villa de Marchena’ viene este año a Jerez para acompañar a María Santísima del Consuelo en la tarde del Miércoles Santo.

Las cofradías han descubierto la figura del fiscal de banda y cuidan sus repertorios. Existe también una inquietud por buscar buenas agrupaciones para sus estaciones de penitencia. Ya prácticamente no existe aquella costumbre de antaño en la que una banda se colocaba tras un palio y tocaba lo que le apetecía y cuando le apetecía sin control alguno de la cofradía.