Diario de Pasión

Los oficios de artesanía cofrade también funcionan en la ciudad

  • Orfebres, bordadores, tallistas, cereros, son las artes cofrades que cuentan en Jerez con talleres cuyos principales clientes son las hermandades.

Hoy en día se puede afirmar que oficios como el bordado, la orfebrería, la talla y la fabricación de cera tienen en Jerez una floreciente representación con varios talleres abiertos y de los que viven no solo los maestros que están al frente; también generan empleo, que no llega a ser estable ya que el personal crece en las fechas críticas de mayor trabajo, que en menor medida alimenta la economía local.

No se puede, o se debe, hablar de sector emergente porque ya hace años que funciona y se mantiene estable en sus cifras de crecimiento, pero sí responde a una realidad: la confianza y calidad con la que estos artesanos desarrollan sus encargos, algo que traspasa los límites de Jerez. En pocas palabra, sí se puede vivir del oficio, pero trabajando muy duro y ofertando frente a la competencia.

Este es el caso del taller de bordados de Fernando Calderón, que en estos días, reconoce, "estamos trabajando mucho, apurando las horas a más no poder". Calderón explica que su principal clientela es de fuera, como se demuestra con los encargos que de be entregar antes de Semana Santa: un palio para Almería, un manto para El Puerto, el palio para la Borriquita de la misma localidad, como trabajos más importantes. "Llevamos entregando encargos desde enero", afirmando que "se puede vivir de esto, pero ojo mirando fuera de Jerez". Al hilo de esta afirmación subraya que "Jerez es muy especial para lo suyo. De hecho vivo mucho de la provincia de Sevilla y de su capital". Dice que la marca de Jerez "es fenomenal pero como decía Muñoz Cebrián, nadie es profeta en su tierra pero en Jerez se potencia el dicho". Concluye con que en "en Jerez hay muy buenos artesanos, sin embargo se tira más hacia otras ciudades". Calderón trabaja para el Instituto de Patrimonio Andaluz -IPH- en tejidos, una especialidad que le ha llevado a que la túnica del Señor de los Gitanos, que estrena este año, "lo hemos buscado en el taller".

Alejandro Oliveras también está a tope. En su taller de la calle la Sangre, como siempre se ha llamado a esta vía, termina dos figuras, un escriba y un romano, para el misterio de La Salvación. También ultima para el Prendimiento del Arcos dos figuras de su grupo escultórico, un soldado del Sanedrín y un Judas. No se queja de la carga de trabajo, tanto cofrade como particular.

En orfebrería, Ildefonso Oñate está deseando que llegue el Viernes de Dolores para entregar los trabajos. "Estamos liados con bastante faena", asegura, con encargos de ciriales, candelería, varas, tanto para Jerez como para otras ciudades. "Sí se puede vivir de la artesanía cofrade", reconociendo que de este arte de la orfebrería las hermandades locales sí se acuerdan de los artesanos de la ciudad".

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