A falta de algo menos de dos meses para que los horarios e itinerarios de la Semana Santa de 2021 estuvieran prácticamente cerrados, las hermandades no se han sentado para ir perfilando sus estaciones de penitencia. Las corporaciones viven horas bajas y, aunque oficialmente nadie da por perdidas las procesiones en la próxima Semana Santa, la pandemia, junto a la falta de control sobre la misma, es una realidad lo suficientemente tozuda como para esperar lo peor.

Según ha podido saber este periódico, la comisión erigida para buscar posibles alternativas a las procesiones tal y como se han conocido hasta el presente, no ha vuelto a reunirse. Los obispos del sur acordaron en una reunión reciente celebrada en Córdoba vivir una Semana Santa distinta pidiendo incluso a las hermandades que eviten “sucedáneos de la verdadera piedad”.

Federico Mantaras, administrador diocesano de Asidonia-Jerez, respaldó la conclusión de los obispos del sur dejándolo claro en unas declaraciones a este medio. Por tanto, la zozobra y un cierto desencanto parece ser el clima actual de las corporaciones nazarenas que ven cómo se acercan las fechas de preparación y la situación sanitaria, no solo no mejora, sino que empeora por momentos. Hoy domingo se espera que la Junta de Andalucía decrete algunas medidas de movilidad más severas. La posible vacunación, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría llegar en primavera. Las posibilidades de tener una Semana Santa normalizada en 2021 parece que se evaporan.

Por si el panorama fuera ciertamente pesimista, dos momentos importantes de los previos de la Semana Santa podrían estar en el aire. Por un lado, la situación en la que quedaría el pregón. Podría darse el acto literario más esperado por los cofrades desde el Villamarta pero guardando las limitaciones de aforo. Sin embargo, el pregón podría perder algo de esencia al glosar algo que todo parece indicar que no ocurrirá. Pablo Baena Rodríguez, pregonero del presente año y designado para poder ofrecerlo en 2021, tendría la última palabra. Dependería de su estado de ánimo y de las ganas que el pregonero tenga de hacer su canto a la Semana Santa jerezana.

Por otro lado, el cartel de la Semana Santa. Aunque desde el propio consejo local se quita hierro e incluso se desmiente el rumor, se podría estar planteando sobre la mesa de Curtidores dejar pasar el año sin cartel anunciador por la misma razón que el pregón.

No son precisamente buenos momentos los que se avecinan para las cofradías jerezanas. Toda una prueba de fuego de la que parece que nadie quiere plantearse pero que cuando llegue el momento se tendrá que asumir. La primera cita, será el 31 de diciembre cuando dejemos detrás este año tan nefasto y no se hayan cerrado los horarios e itinerarios.