Tiempos de cuaresma

Los traslados como antesala a las solemnidades cofrades

  • Acto generalmente íntimo que las hermandades celebran como previo a sus cultos

Las imágenes se pueden encontrar durante todo el año en su altar de cultos para recibir las gracias o peticiones de sus hermanos o devotos. No suelen moverse de lugar y hasta puede darse el caso de que lleven hasta siglos en el mismo sitio, pongamos por caso el del Cristo de la Viga. En un elevado número de cofradías, sus titulares reciben las oraciones de sus fieles y hermanos cofrades en capillas aledañas a la nave central.

En ocasiones, en esto de las cofradías, las distancias se convierten en virtud y belleza

En ocasiones, en esto de las cofradías, las distancias se convierten en virtud. Y de esta premisa nacieron los traslados de algunas imágenes a los altares, donde se les ofrece culto en sus triduos o quinarios.

Es el caso de la hermandad de las Cinco Llagas, se trata de todo un clásico. Un acto íntimo y muy emotivo en el que el Señor de la Vía-Crucis camina en su parihuela hasta el altar mayor de la iglesia de San Francisco, acompañado por los hermanos. Un acto que abre la precuaresma si tenemos en cuenta que la hermandad del 'silencio blanco' celebra, en la septuagésima a la Pascua, su solemne quinario.

Por otro lado mucho más reciente, la hermandad de la Salud de San Rafael. Desde los inicios de su quinario que se celebra en estos días, en la jornada del segundo domingo de la Cuaresma, se organiza este acto que ha calado mucho entre los devotos del barrio. Es el momento en el que las mujeres, las devotas, todas aquellas hermanas que quieran estar cerca de Él, lo portan por la iglesia entre la penumbra, hasta llegar al altar principal. Sin duda que un acto que merece la pena vivir por la sencillez con la que se hace y la emotividad y el fervor con el que se vive.

Ayer, a primera hora de la noche, la hermandad del Prendimiento disfrutaba del traslado de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento al altar de cultos en la iglesia de Santiago. Un acto que estaba olvidado en la hermandad y que la nueva junta de gobierno ha querido recuperar. Un momento maravilloso en el que la sublime imagen del Señor navega por entre las naves de la iglesia hasta llegar al altar principal donde sus cofrades le rendirán culto en su triduo junto a su Madre del Desamparo.

Se trata de unos actos sencillos, con gran recogimiento, y que sirven como antesala para celebrar la semana más importante de una hermandad como son sus cultos que, a la vez, conducirán a sus funciones principales de instituto y, más allá, hasta la salida para hacer estación de penitencia a la Catedral de Jerez.

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